Nunca pierdas las esperanzas de obtener una pensión del IMSS, una historia real
El que escribe esta columna, tiene 23 años de experiencia en el tema de seguridad social y es consultor en pensiones.
En nuestra vida laboral tenemos momentos en que nos toca trabajar en empleos donde los patrones nos registran desde el inicio en el Seguro Social y felicidades, porque ojalá tuviéramos puras empresas de esas, pero también hay patrones que nos registran a los 3, 5, 6 meses o nunca, esto último es delicado ya que nuestras semanas siguen avanzando sin estar cotizando.
Hoy les comentaré una historia verídica, como muchas que me han pasado en mis 23 años de experiencia en esta área de pensiones.
Lo siguiente sucedió hace 5 años y es la historia de una persona que de casualidad me encontró:
Esta persona es la señora Elisa Quiñones, habitante de Bahía de Kino, Sonora, una playa olvidada por los gobiernos en la cuestión de la seguridad social y muchas cosas más. Ella me preguntó si yo sabía de pensiones del IMSS y le dije que sí.
Me comento que hacía 20 años su esposo había muerto y que había cotizado al Seguro Social mucho tiempo. Dijo que cuando fue a la ventanilla de información del IMSS a preguntar si tenía derecho a una pensión, le respondieron que no si su esposo tenía mucho tiempo de haber fallecido.
Elisa se retiró y perdió toda esperanza a tener una pensión de su esposo muerto hace 20 años.
Ella, al acudir a mi (hace 5 años), le dije que solicitara las semanas cotizadas de su esposo y al revisarlas y de acuerdo con su conservación de derechos ella sí tenía derecho a la pensión por el IMSS y aquí empezó la odisea de conseguir una pensión que por derecho tenía, pero en las ventanillas, de nuevo sin averiguar nada, le dijeron que no tenía derecho.
Ella luchó y al volver al IMSS después de 20 años, le dijeron que consiguiera los documentos para tramitar una pensión, pero le aclararon que era muy probable se la negaran.
Durante cinco años ella consiguió los papeles y ustedes dirán ¿por qué tanto tiempo?, porque al llevarlos de nuevo al IMSS le dijeron que no coincidía el apellido de él y sus hijos.
Y ahí empezamos a batallar, tuvimos que conseguir un abogado para que arreglara sus documentos. Luego de cinco años para hacer que los documentos estuvieran en orden, es decir, apellidos y nombres de acuerdo con lo que solicitaba el Seguro Social, la atendieron de nuevo.
En todo el proceso yo siempre estuve con ella apoyándola sin ningún costo.
Esta es una falta de responsabilidad de parte del IMSS con las personas que desean saber su situación actual y solicitar una pensión, y más en casos como el de la señora Elisa Quiñones, una mujer sin recursos económicos y con tres hijos, uno de ellos con capacidades diferentes que no puede valerse por sí mismo.
CONCLUSION
Hace diez días a ella le otorgaron su pensión y está feliz, además, como tiene un hijo con capacidades diferentes, el joven por fin recibirá servicio médico y si ella muere, él se quedará con el beneficio de la pensión.
Así como este caso hay muchos y por eso se llama la columna, NUNCA PIERDAS LAS ESPERANZAS DE OBTENER UNA PENSIÓN.
Incluso, hay personas que cotizaron hace muchos años y dejaron sus semanas olvidadas, aún tienen oportunidad de una pensión.
El que escribe esta columna tiene 23 años de experiencia en seguridad social y es consultor en pensiones y ha visto muchas injusticias como esta, por eso, nunca dejes de luchar hasta el final, pero trata de buscar a una persona especializada en el tema, que no te clave las uñas al cobrar sus servicios, yo a esta persona no le cobré ni un sólo cinco.