Niñas en ciencia y desarrollo económico

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico del Itesm Campus Sonora Norte

La recuperación económica es una de las tareas más urgentes que dejará a su paso el Covid-19, por lo que se requiere pensar en estrategias que permitan generar empleo y reconstruir los sistemas productivos.

La relación que existe entre el crecimiento económico y la creación de conocimiento es proporcional, ya que diversos estudios han confirmado que la inversión en desarrollo, investigación e innovación, puede ser factor que incremente el producto bruto per cápita.

En ese sentido, necesitamos todo el talento posible para que ciencia y tecnología se conviertan en aliados y dejar de lado esta profunda crisis, pero nuevamente existe un componente de género

que debemos analizar: Las mujeres representan el 50% de la población mundial, pero no cuentan con oportunidades para convertirse en científicas.

De acuerdo con un estudio realizado en 14 países, la probabilidad de que las mujeres concluyan estudios educativos en el área de las ciencias es muy limitada, pues sólo 18% concluye licenciatura, una maestría 8% y un doctorado 2% .

En el caso de los hombres, las cifras son más alentadoras, pues 37% concluye licenciatura, 18% maestría y 6% doctorado. Lo anterior significa que nos estamos perdiendo el potencial y talento

que puede aportar la mitad de la población mundial, por no incentivar a las niñas y mujeres a tomar carreras científicas, y en algunos casos, hasta por hacer todo lo posible por bloquearlas.

El 11 de febrero se conmemora el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, como un recordatorio de lo importante que es reducir la brecha de género en los sectores de la ciencia, tecnología, ingeniería y Matemáticas (STEM) que persiste desde hace años en todo el mundo, derivado de los prejuicios y estereotipos de género.

Para reducir la brecha en esta área es necesario empezar por aceptar que la capacidad intelectual no debe jamás asumirse como una de las causas, sino que justo por la capacidad que tienen ambos géneros, deben fomentarse por igual sus carreras en ciencia.

Las niñas deben tener una atmósfera adecuada para elegir las carreras donde quiere desarrollarse y que les permitan sentirse plenas en el futuro.

Los padres, profesores y la sociedad en general, debemos contribuir a fomentar la vocación científica con acciones diarias como: romper los estereotipos de género presentes en casa y escuela; hablarles de mujeres extraordinarias que decidieron ser científicas; brindarles acceso a juegos relacionados con la ciencia (de Química o Física) y enseñarles la aplicación diaria que tienen las

ciencias en nuestra vida.

Un punto importante a considerar es que la ciencia y tecnología contribuyen también a resolver problemas sociales, resultando relevante sumar todas las manos posibles para trabajar en temas de salud, acceso a la energía, agua potable y empoderamiento de la población en temas productivos, entre otros.

Y en este aspecto, las mujeres también pueden aportar su creatividad, conocimientos y habilidades para lograr que la población cuente con mejores condiciones de vida. Una economía pujante sólo puede ser el resultado del trabajo conjunto de toda la población, sin excluir a nadie y fomentando la labor científica de sus habitantes.  Las mujeres y niñas  tienen mucho que aportar ¡Es hora de actuar!

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico del Itesm Campus Sonora Norte y Directora de Grameen de la Frontera

@PaulaTakashima