Mil maneras de servir: usa tus dones
La autora es directora de Voz Empresarial.
¿Te has puesto a pensar cuál es el don que tienes como persona?
Todos tenemos uno, al menos, pero pasamos por la vida y nunca lo identificamos para potencializarlo y buscar cómo lo ponemos al servicio de los demás.
Yo entrevisto muchas personas en mi trabajo como comunicadora y aprendo a identificar cuál es la propuesta de valor de quien tengo enfrente y creo que es parte de su don o dones con lo que Dios los ha empaquetado.
Hoy como nunca, donde la incertidumbre, el miedo y la atribulación nos consume, y que se ha intensificado por esta situación inédita de la pandemia que no está domada por la 4T, ni tiene para cuando, vemos la otra que es la enfermedad de la economía mexicana sin aliento para seguir y remontar este duro golpe.
Miles de mexicanos están deprimidos, me cuento entre ellos, y sentimos que esto se alarga, no vemos la luz al final del túnel, pero sí lo tendrá, ¿en qué condiciones para ti y para los tuyos?, mucho dependerá de la voluntad de Dios y la otra de haber usado esos dones que te dio para salir adelante sobre todo en una situación caótica y desesperada como la que se vive.
Hablemos de los dones que según la biblia Dios les da a los seres humanos a través del Espíritu Santo, los dones son para ayudar a los demás y en estos tiempos en lo que tú creas es muy importante identificarlos para poder ayudar a tu propia familia que ya no cabe en la casa, ya no se aguantan en 4 paredes y quieren salir corriendo cuando afuera el mundo es incierto acechado por un virus invisible.
Si tú eres de las personas a la que escuchan porque das buenos y sabios consejos, déjame decirte que ese es tu don, potencialízalo en tus chats, en plataformas zoom, con todos aquellos que han probado tus consejos y les ha ido bien y aquellos que ahora no están angustiados, sobre los jóvenes desesperados, inténtalo, no pierdes nada y el más satisfecho serás tú.
Me gustó este don, hablar con mucho conocimiento, en un mundo donde hay exceso de información y no de conocimiento que permita transitar esta agonía con un sentido más asertivo, esperanzador y eficiente con la convicción de que pasara, y mientras pase, compartir la necesidad de construir un mundo mejor que el que estamos viviendo y que se ha desmoronado ante el invisible virus.
La fe es un don importante, si lo tienes, es una cualidad extraordinaria para los escépticos, ya que la fe hace que se vea el mundo que está por venir y que será mejor que el actual, sin hechos concretos que lo refuercen, se cree en ello y eso ayuda y fortalece el ánimo de las personas carentes de este don, que déjame decirte son miles.
También están los dones naturales que las personas tenemos y que fueron otorgados para compartir como el canto, la escritura, el arte, los números, todas estas habilidades ayudan al ser humano a destacar en la vida.
Estas habilidades están siendo utilizadas en el confinamiento, vimos videos en Italia, España y México donde los artistas cantan en sus balcones y dan un momento de paz y alegría a los vecinos que escuchan sus voces bellas y llenas de solidaridad que se recordaran toda la vida.
Ahora las personas ya hablan de Dios ante la fragilidad de nuestras vidas, empezamos a sentirnos pequeños y comenzar a mirar hacia el cielo, hacia dentro del corazón para poder entender esta situación o simplemente pedir ayuda, ya que ni la ciencia ni la medicina han podido parar tantos contagios y fallecimientos en el planeta.
México está ya en el deshonroso sexto lugar en contagiados y fallecimientos.
Algo estamos haciendo muy mal los mexicanos, menos los políticos que, rebasados y aturdidos por no saber qué hacer y pensando en el 2021, no están focalizados en ayudar a resolver el problema de salud y económico.
Por eso, va una sugerencia si estás encerrado o no, observa cuál es tu don, no tengas miedo a hablar contigo mismo o con el Dios que creas; observa que nada ni nadie, ahorita, ni los poderosos/as están al margen del contagio y la muerte, están igual de indefensos como los de pie, así que si no aprovechamos para saber quiénes somos y cuál es el propósito en este mundo, pues no sé en qué momento lo podremos hacer.
La autora es directora de Voz Empresarial.
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