¡Mi cupido se fue un 14 de febrero!
La autora es locutora, entrepreneur y networker.
Hace tiempo este era un mes que me generaba mucha tensión cuando no tenía pareja, porque se acercaba el Día del Amor y me daba pavor que llegara San Valentín y sentirme sola mientras veía a
la gente alrededor enamorada y celebrando, comprando regalos y pensando en cómo sorprender al ser amado.
Y así pasaron varios días de San Valentín, inclusive una de mis relaciones terminó un 14 de febrero y más me entraba la melancolía esas fechas, hasta que me di cuenta de algo, que parecía obvio y que sabía intelectualmente pero no me creía al 100%:
¡Yo soy el amor de mi vida! ¡Sí!, tú también eres el amor de tu vida, la relación más importante de tu vida. Y si te pones a pensar nos conocemos desde el momento en el que tomamos conciencia, pero no por ello desarrollamos una buena relación con nosotros mismos, hasta puede pasar que nos molesten algunas cosas de nosotros.
Pero te voy a decir qué es lo que sucede cuando eres el amor de tu vida:
1.- Tienes la autoestima en su lugar y ni las críticas ni los halagos las tomas personales.
2.- Sientes un respeto incorruptible por ti, al grado de que no permites que nadie te haga algo que tú no quieres.
3.- Sabes lo que mereces y las cosas llegan a ti de manera sencilla.
4.- No permites que las críticas te afecten, nada ni nadie te puede hacer sentir mal sin tu consentimiento.
5.- Sabes estar solo, porque te amas tanto que no necesitas una pareja que te trate mal. Esperas solito hasta que llegue el verdadero amor, o si ya lo tienes, sabes que elijes estar por amor y no por apego.
6.- Eres flexible contigo mismo y no te juzgas ni tampoco lo haces con los demás.
7.- Tu mente está tranquila, tu interior está en completa calma y le bajas al drama.
8.- Sabes que el poder más grande está dentro de ti y lo utilizas para salir adelante y lograr metas y objetivos.
9.- Eres tan amoroso que eso es lo que atraes a tu vida.
10.- Sabes lo que vales y te alejas de lo que no te bendice o te suma.
Pero recuerda tienes tu justo valor, igual que los demás. Dios nos hizo a todos a su imagen y semejanza, así que debes tener la sabiduría para permanecer sencillito y carismático, sin sentirte
más que nadie.
En este mes del Amor y la Amistad -aunque sea pura mercadotecnia como dicen, a mí, la verdad, es que sí me gusta y siempre festejo- quiero invitarte a hacer un pequeño, pero significativo ritual de amor propio.
Cuando estés a solas, párate frente a un espejo (si es de cuerpo completo mejor) y dile a esa imagen que ves, en voz alta, qué es lo que amas de ti. ¡No te guardes nada! ¿Qué te gusta física, mental y espiritualmente de ese hermoso ser que ves en el reflejo? ¿Y por qué te cuento todo esto?
Porque sé que hay muchas personas que están en esa misma situación y éstas fechas le pueden traer dolor o frustración, mejor haz este pequeño ritual y me cuentas cómo te fue.
La autora es locutora, entrepreneur y networker.
IG: @lupitaperezoficial