Los Soria: padres de la educación moderna sonorense

El autor es escritor e historiador, estudiante de la Escuela de Derecho de la Universidad Unilíder.

En un año (2020) donde la educación fungió como una de nuestras principales herramientas ante el surgimiento del Sars-Cov2 o simplemente coronavirus, debemos aprender a reconocer a aquellos educadores cuya docencia jugó y anotó gol con aquel grupo de investigadores que desarrollaron la vacuna contra dicha enfermedad.

Pero… ¿alguna vez se ha cuestionado quiénes han sido los promotores de la educación que gozamos al día de hoy en nuestro estado?

Sin lugar a precedentes, grandes maestros, familias y gobiernos han entregado de forma total su adoctrinamiento; destacan: Gobierno de Ramón Corral, Profr. Heriberto Aja, la familia Soria, entre otros.

Sin embargo, esta semana nos enfocaremos en la familia Soria, cuyos integrantes a mi parecer han sido sin lugar a duda los padres de la educación moderna estatal.

Dicho lo anterior daremos inicio: la familia Soria llegó a Sonora durante la primavera de 1914, siendo integrada por don Félix Soria Bañuelos y Concepción “Conchita” Larrea de Soria, ambos profesores, y va el dato, cuando el niño Félix recibe su nombramiento en Mazatlán en 1911 tiene como una de sus primeras alumnas a “Conchita”, persona de quien se enamoraría profundamente

y sí, hasta la muerte.

Bañuelos recibió su primera comisión magisterial en Cananea, tiempo después, preside a un grupo de alumnos del Colegio Sonora de Hermosillo, llegando a la Dirección General de dicho colegio en 1916, y aunque tras razones políticas es relevado de su cargo, la familia no decide esperar más, y el 8 de septiembre de 1918 abren las puertas del Liceo de Varones, siendo sucedido por el Instituto Soria en 1932 con parvulario, primaria y secundaria. Vale la pena mencionar nombres de personajes que llevaron sus estudios en dicha institución educativa, como a Marco Antonio

Astiazarán Espinoza, quien fue Presidente Municipal de nuestra ciudad en los años 1964 a 1965; los hermanos César y Miguel Pavlovich Sugich, fundador del exótico restaurante regional “Palominos”, y padre de la actual gobernadora Claudia Pavlovich, respectivamente.

Décadas posteriores, el entonces gobernador Álvaro Obregón Tapia hizo entrega de la medalla de oro por 50 años de carrera magisterial a don Félix, similar a la que recibió su hijo Horacio, la diferencia, a manos de nada más y nada menos que de Salinas de Gortari en 1989.

En 1965 doña “Conchita” y Horacio fundan el Colegio Larrea, 14 años más tarde la UNO (Universidad del Noroeste), y en 2008 la que es considerada por este columnista como la más alta institución superior en el estado, la Universidad Unilíder, ahora por el nieto Félix Soria Salazar, a quien por cierto extiendo un cordial saludo.

Aunque el tema fue corto, breve y al grano, no podíamos dejar por un lado el rol tan significativo que ha representado esta familia para la educación de nuestro estado, ya que durante más de un centenario han brindado y educado a decenas de miles de jóvenes de bien.

Como columnista e historiador, me comprometo a que en próximas publicaciones retomaremos este tema trascendente, a los padres de la educación moderna sonorense.

Fuente Bibliográfica: Horacio Soria Larrea, “Historia de una Escuela y de su Familia”, 2007.