Liderazgo y confianza en la pandemia
El autor es Licenciado en Comunicación y Maestro en Tecnología Educativa.
La pandemia del Covid-19 ha puesto al mundo en una situación de temor e incertidumbre, y pone a prueba nuestras fortalezas y debilidades como sociedad.
Estamos viviendo una crisis sanitaria de naturaleza global, sabemos cuándo y dónde se originó, pero hay incertidumbre hacia dónde vamos en tanto la ciencia no descubra una vacuna para contener el problema, como así ha sido con otras pandemias que registra la historia.
Los países tienen experiencias diferentes ante la situación derivadas de las estrategias de gestión de la crisis que han implementado.
La información disponible da cuenta que los países que han definido su estrategia con base en la ciencia han sabido mejor sortear el problema, como es el caso de Alemania y fue muy clara la Jefa de Gobierno, Angela Merker, al afirmar que a la pandemia se enfrenta con información y no con demagogia.
De igual manera los datos indican que las culturas más disciplinadas como las orientales les ha ido mejor, porque han cumplido las reglas de confinamiento y las instituciones públicas y privadas aplican los protocolos para disminuir el contagio.
Sabido es que aquellos países que se prepararon no minimizaron el problema y tomaron decisiones de cuarentena muy rápido y tuvieron mejores condiciones para el manejo de la crisis.
En contraste, la realidad es distinta en aquellos países que subestimaron el problema y no actuaron de manera inmediata, generando con ello el crecimiento del contagio con consecuencias lamentables.
Es el caso de los gobiernos de liderazgos populistas como son Estados Unidos, Brasil y México.
Los mandatarios desestimaron en su inicio la pandemia y mostraron un comportamiento contrario a la sugerencia de expertos como es el uso de cubrebocas ante la crisis, por sólo poner un ejemplo.
En ese sentido, no es casual que los países mencionados estén en los primeros lugares de contagios y personas fallecidas.
El asunto es complejo, el comportamiento de la pandemia no se puede explicar a partir sólo de la variable política, sino también intervienen factores como la capacidad institucional hospitalaria, preparación del personal de salud, presupuesto gubernamental, condiciones económicas y de salud de la población entre otros factores.
Es por ello de que el impacto del Covid-19 es desigual en los países, debido a los múltiples factores que inciden en el fenómeno.
La información es un asunto fundamental en la gestión de la crisis por parte de los gobiernos.
Una política de información de Estado clara, precisa, coordinada, transparente, veraz y confiable es clave para enfrentar el problema.
Sin embargo, no siempre ocurre así y es allí cuando la población se confunde y actúa por su propio sentido común, que en muchas ocasiones dista de estar cercano a los protocolos establecidos.
El Politólogo Francis Fukuyama puntualiza:
“Los países con un aparato estatal competente, un gobierno en el que los ciudadanos confían y escuchan, y líderes eficaces han tenido un desempeño impresionante y limitado el daño”.
En contraste, Fukuyama concluye:
“Los países con estados disfuncionales, sociedades polarizadas o liderazgo deficientes han tenido un mal desempeño dejando a sus ciudadanos y economías expuestos y vulnerables”.
El autor es Licenciado en Comunicación y Maestro en Tecnología Educativa.
FB:Soy Pepe Peralta