Liderazgo alucinógeno

El autor es productor de radio. / @Danyrivers

Siempre he dicho que la palabra Liderazgo, tiene un potencial de venta muy interesante; es un negocio redondo quienes venden la idea de crear líderes en todas partes. Es una soberana estafa caer en esos juegos y creer que, por algunos cursos, certificados y otros elementos que avalan supuesto conocimiento, ya nos podemos jactar de liderar una manada. Y no es así.

Mi risa maligna sale a flote, cuando escucho alguna charla en la que enaltecen el presunto liderazgo de una persona, porque sé que no es así. Hay gente más lista que otra, pero eso no los hace líderes en automático, simplemente llevan algunas ventajas que no están exentas de ser adoptadas por otros.

Comprar cursos para crear líderes, puede resultar en una estafa en la que miles caen, ya que el efecto de las metodologías, en la gran mayoría de los casos, son más efímeras que un estornudo. Conozco a varios que se dicen líderes en su materia, y no hacen más que repetir lo que leyeron en un libro una noche antes, para presumir de sus alcances y conocimientos ¿y saben qué? muchos se van con la finta y colocan en un pedestal, a ese o esa que los impresionó con sus palabras rebuscadas o con esa seguridad “agresiva” al momento de emitir sus declaraciones, cuando en realidad, sacan provecho de un juego de palabras que van repitiendo en las mesas del café.

Desde luego que existe el liderazgo natural y que el mismo puede desarrollarse y perfeccionarse al paso de los años. Ahora, con las redes sociales y la facilidad que tenemos todos de comunicar y producir mensajes, el liderazgo alucinógeno, está a la orden del día; basta una buena presencia de rostro y tener facilidad de palabra para crear un video y decir que somos líderes de opinión y que somos influyentes y creer que eso nos sacará de pobres. Todo cae por su propio peso, y la industria del liderazgo, es algo que no tarda en comenzar a mermar su efectividad y credibilidad, la gente ya no se cree las cosas fácilmente, ahora somos más analíticos, cuestionadores y reaccionarios.

Todos tenemos derecho de buscar opciones para superarnos, tanto personal como profesionalmente, pero debemos tener mucho cuidado en quién confiamos y en qué invertimos en aras de desarrollarnos y formar parte del selecto grupo de líderes. Hay que tener cuidado de ese espejismo que se nos pone de frente, con una vida llena de oportunidades y de fama, porque quienes se dicen líderes, son 90 por ciento ego y el resto, es una verborrea bien administrada que ha sido redituable a sus bolsillos. Recuerden que los efectos alucinantes se van con la misma rapidez con la que aparecieron.

El autor es productor de radio.

@Danyrivers