La pandemia y la realidad virtual del confinamiento.
La autora es directora Voz Empresarial.
En Sonora inició el confinamiento desde el 25 de marzo, son casi dos meses donde los sonorenses sanos se han tenido que auto encerrar para evitar contagiarse y contagiar a los demás, y la información que han recibido es a través de los medios electrónicos y digitales.
Este confinamiento ha creado una “realidad social” que no tiene nada que ver con la realidad humana, es decir, en los hogares se han creado marcos informativos de hechos que los hombres o mujeres narran a todas horas sobre lo que acontece en el estado, país y mundo, pero son hechos creados por la mente de quienes los cuentan.
La realidad, en su definición, es aquello que acontece de manera verdadera o cierta, en oposición a lo que pertenece al terreno de la fantasía, la imaginación o la ilusión. Lo real, por lo tanto, es lo que existe efectivamente.
Pero ahorita si le preguntáramos a las personas que es lo real, sólo te contarán lo que escuchan y ven en los medios y la realidad que viven en casa que está alternada por el encierro y la incertidumbre del qué pasará mañana o cómo me irá a ir este día, sobre todo las personas de alta vulnerabilidad social y económica.
La realidad se ha modificado de tal manera que no sabemos cómo reaccionaremos cuando se pueda salir a la calle, la cual estará tamizada por los controles sanitarios y de higiene que las personas tendrán que llevar por años, según los expertos, mientras no haya una cura y medicamentos para resolver la enfermedad que provoca este virus.
Las personas cambiaron su realidad presencial por una casi 100 por ciento virtual que significa la representación de un entorno con apariencia real creado a partir de tecnología informática.
Para contemplar la realidad virtual, el usuario debe utilizar dispositivos diseñados para su visualización, como lentes o cascos.
La sensación que se tiene es la de estar inmersos en un mundo virtual artificialmente creado y pueden empezar las distorsiones de la realidad presencial.
Este proceso de la virtualidad y digitalización vino para quedarse, pero el confinamiento detonó su uso e impacto y no se sabe cuál será el resultado de tener a millones de personas encerradas con una “realidad” contada y no validada, porque la humanidad concibe la vida sólo por lo que unos grupos de poder que informan y quieren que se sepa de este problema.
Las redes sociales han sustituido los libros y la verdad se oculta a la vista de las personas, ahora como nunca es muy difícil saber quién tiene la verdad ante tanto manoseo informativo de personas que no tienen ni la inteligencia ni la preparación para comunicar y esto impacta mucho sobre todo ante un tema que no termina por conocerse y que está llevando al límite a los humanos sin saber a cabalidad qué hacer.
En Voz Empresarial utilizamos las plataformas para hacer entrevistas y la comunicación se da, pero se pierde el sentido de la conectividad emocional y humana que nos lleva mirarnos a los ojos, a ser atentos; nuestra comunicación no verbal no trasciende pues sólo ves una cara que a veces ni oyes lo que dice por las fallas e intermitencia del Internet.
La comunicación virtual ha ayudado enormemente para sentir que no estamos solos, hacer compras, trabajos de home office, teletrabajo, diversión, socialización con eventos culturales, artísticos, educativos, pero definitivamente no es la mejor opción para las personas.
La realidad de sentirse cerca, abrazar, platicar mirándose a los ojos, tocarse las manos, sentir el calor de las personas hoy por hoy, nos damos cuenta de que es imprescindible.
Habrá personas que por autoestima baja no les gusta estar cerca de los demás, pero la mayoría, daría todo lo que tiene por salir a las calles y tener la libertad que hace 4 meses se disfrutaba sin apreciarlo y que ahora nos han arrebatado.
La realidad virtual ayuda a mejorar y ser más eficientes en las diferentes áreas de la vida, pero jamás sustituirá el contacto presencial donde las personas se sienten como tales.
La despersonalización y la soledad son productos inventados por la lejanía, esperemos que la humanidad aproveche este encierro para reflexionar y aprender a ser más libres y valientes y defender la realidad que Dios creó y está al margen del hombre, como una puesta del sol, la belleza de las flores, y mil ejemplos que teníamos y que nos valió su belleza y gratuidad.
Directora de Voz Empresarial.
aretes0@gmail.com