La pandemia: ¿lección u oportunidad de vida?
La autora es comunicóloga y periodista.
Lo sé, de seguro pensarán: Karla ¿cómo puede ser que la pandemia, el Covid-19 sea una lección u oportunidad de vida, si precisamente eso es lo que nos está costando, vidas?; yo respondería: tendrán razón, nos está costando vidas y muchas, pero si reflexionamos un momento, también comprenderemos que todo lo que hemos vivido este 2020 con la pandemia y lo derivado de ella, si nosotros queremos, lo convertiremos en una lección y una oportunidad de vida.
No es un pensamiento romántico e idealista, no, es una realidad para muchos de nosotros, o lo hablo en estricto sentido personal, este 2020, la pandemia ha representado un resurgimiento personal, crecimiento, transformación, volver a poner los pies en la tierra, agradecer todo y por todo, pero también ofrecer algo de mi persona a los demás.
¿Por qué una lección?
Porque este duro golpe a la salud de la humanidad nos recordó qué tan vulnerables somos y estamos, porque afloró nuestra fragilidad física, mental y emocional; porque nos está enseñando hasta dónde podemos llegar como personas para bien o mal, porque hemos visto lo mejor de los seres humanos y también lo peor.
Nos ha dado una lección muy grande porque el coronavirus Covid-19 no entiende de riquezas, ni de geografía; ¿Por qué una lección? Porque nos privó de nuestra maravillosa libertad.
Aun así, con estas lecciones dolorosas y más para aquéllos que han perdido en este tiempo a algún ser querido a causa de esta enfermedad, ha habido muestras increíbles de unión, fortaleza, de empatía, de amor, de colaboración, de conciencia, aunque me pregunto:
¿Realmente habremos entendido esta dura lección?
Yo espero y deseo sinceramente que sí la hayamos aprendido.
Por otro lado, vienen las oportunidades que nos está brindando, de nueva cuenta hablaré por mí, cada uno de ustedes tómese un tiempo y reflexione en qué ha ganado para bien.
En lo personal, este tiempo de “cuarentena” ya muuuuy prolongada, me dio la oportunidad de convivir más tiempo con mis hijas, estar en casa, curiosamente conocerlas más, aclaro, no todo ha sido miel sobre hojuelas, ha habido ocasiones en que nos comemos unas a otras (efecto del mismo encierro), aun así, en este andar aprendimos, o más bien pusimos y seguimos poniendo en práctica la tolerancia.
También me di la oportunidad de conocer a personas maravillosas que han aportado a mi vida -y siguen- cosas muy positivas y tan diferentes entre sí, y eso lo ha hecho aún más enriquecedor; personas que te alientan, te retan, te transmiten conocimiento, emociones, de las que aprendes, incluso que me han permitido ampliar mi horizonte profesional y me alejé de aquéllas que me restaban.
De esa forma se han ido dando los procesos de transformación, de crecimiento personal, de introspección, de evaluación, porque yo tomé la decisión de darle este giro a mi vida, de tomar la pandemia del Covid-19 como una oportunidad, sin olvidar los momentos de dolor, de tristeza, de llanto, que me han recordado que soy un ser humano frágil, pero a la vez muy fuerte.
Y ustedes, ¿cómo han tomado la pandemia?
Cierro con esta frase que vi y me encantó:
“A veces hay que pasar por caminos difíciles, para llegar a destinos maravillosos”.
La autora es comunicóloga y periodista.
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