La mochila de Sport Billy
(fragmento de novela inédita del autor de esta columna)
El guardia me repitió que me desvistiera, "póngase de espalda, te revisaré el cuerpo con una lámpara". ¿Para qué? ¿No les basta con reprimirnos y acabar con el movimiento armado? "Es necesario esculcarte por dentro, porque tú vienes a ver a un preso político, ¿comprendes, Francisco?".
A las mujeres bellas hasta los gases les huelen bien, dijo Héctor con esa voz de tenor que cautivaba a las chicas universitarias, al tiempo que guardaba sus guantes para levantar pesas en la mochila de Sport Billy.
"La carta deberá ser entregada a los compañeros de la Liga 23, no me digas que no puedes llevarla hecha rollo, primo". "Todo esto la Muñeca lo sabía, es mi hipótesis" continuó el juez que investigaba el caso. Sus guardaespaldas habían registrado algunas de las costumbres de Dany y como no quería gente incómoda, trataron de eliminarlo ¿Verdad? Muerto el perro líder
se controla la peste.
Su paso iniciático por la jefatura de Gobernación y nueva estrella del régimen era evidente ¿Qué más pruebas quieres contra la Muñeca? El hombre uniformado volvió a decirle que se quitara la
ropa ahí en un cono de piedra de la cárcel hermosillense; nadie le hizo caso, salvo él, Francisco siempre fue obediente y hacía lo que sus padres le dictaban, por eso en cuanto le dijeron que estudiara mejor en el Tecnológico de Nogales, (porque si se iba a la UNAM acabaría mal expropiando bancos como sus primos) no discutió más.
"Está bien, madre, lo que usted quiera, ahora dígame qué tipo de aguja le pongo a la máquina para poner los cierres".
"Ya sabes que yo te obedezco ¿Para qué me jalas de los cabellos, Lalo?" La Licenciada, así le decía a su esposa porque alegaba mucho, se quiso soltar, pero la sujetaron del cabello de la nuca; no querían que se moviera y no lo hizo; no quería que gritara y muy obediente no gritó. "Ahora no puedo peinarme bien, y tú sabes que me gustan mucho los bailes desde que era joven allá
en Carbó, un mechón me hace falta en la nuca y una bolita me salió. Lalo ¿que no ves que ya no me tiro gases?". Las mujeres hermosas no lo hacen, Licenciada