La gratitud en momentos difíciles
El autor es escritor, networker y conferencista en SB3.
Qué fácil es ser personas agradecidas cuando las cosas van bien pero, ¿qué tal cuando las cosas se ponen difíciles? ¿Cómo agradecer cuando en nuestras vidas están presentes las crisis, problemas de pareja/familiares, pérdidas de personas queridas, accidentes, enfermedades, étc.? ¿Verdad que la cosa ya no es tan sencilla?
Imagina que no has comido en todo el día, son las 6 de la tarde y te estás muriendo de hambre. Pasas por un lugar donde venden pizzas (o alguna comida que te guste, para el ejemplo serán pizzas), y te llega el olor.
En ese momento el olor a pizza se convierte en la mejor fragancia que existe, por lo que empiezas a desear una. Supongamos que decides comprar una pizza familiar para ti y te la entregarán en
10 minutos. A cada minuto revisas tu reloj, pareciera que el tiempo transcurre muy lentamente. Ves que viene el mesero en dirección a ti, te emocionas porque crees que ya es tu pedido, pero se pasa de largo y se dirige a otra mesa.
Este tipo de acciones, junto con el hambre, hacen que experimentes una montaña rusa emocional breve. Finalmente, el mesero llega contigo y te entrega la pizza. La hueles y nuevamente es la
mejor fragancia que existe. Comienzas a saborearla y piensas que es lo mejor que has probado en tu vida.
Terminas la primera rebanada, pero es tanta tu hambre que decides comer una segunda, después una tercera, quizás hasta una cuarta o quinta rebanada. 15 minutos después terminas de comer y quedaste demasiado lleno(a).
Ahora te pregunto, ¿qué sucede con la pizza que te sobró? ¿Tu percepción es igual a la que tenías 15 minutos antes? ¿La sigues deseando igual? Seguramente no, quizás hasta la alejes de ti y digas algo como "no volveré a comer pizza hasta dentro de un año".
Es más, el olor que hace 15 minutos era la mejor fragancia del mundo quizás en estos momentos hasta te revuelve el estómago. ¿Y qué tiene que ver esto con el tema del agradecimiento? Que las necesidades satisfechas no motivan.
Metafóricamente, la pizza representa cualquier cosa que podemos agradecer. Si no detectas muchas cosas para agradecer, es porque ya comiste. Y como ya comiste, no las deseas, pero si en algún momento te llegan a hacer falta, ¡cómo la vas a extrañar!
Te comparto otros ejemplos de "pizzas/comidas" por las que puedes agradecer: tienes vida, energía, salud, un lugar donde dormir, personas que te quieren... tú síguele, ¿qué más tienes?
El detalle es que, si te digo que agradezcas porque puedes respirar quizás pienses que soy muy simple. Pero si alguna vez te ha dado una gripe, te mormas y no has podido dormir, ¿acaso no has extrañado respirar normalmente? ¡Qué simple, extrañaste respirar! Extrañaste algo que unos renglones atrás pensabas que era innecesario.
¿Ya ves cómo sí tenemos cosas por agradecer, pero las obviamos por ser "necesidades satisfechas"? Y aún las situaciones difíciles nos sirven para reflexionar, valorar y crecer.
El autor es escritor, networker y conferencista en SB3.
Instagram.com/JimmyBeltrones
Facebook.com/SantiagoBeltrones3
beltr0nes@hotmail.com