La educación durante el Gobierno de don Ramón Corral
El autor es escritor e historiador.
Para el año 1888 el desarrollo de Sonora avanzaba a pasos agigantados, claro, observando a la vez las estadísticas sobre la población sonorense ni cerca de los 100 mil habitantes.
El Estado prosperaba con el incremento de las explotaciones mineras y el crecimiento de la agricultura, concentrada principalmente en la región del Valle del Yaqui.
Una de las adversidades que el Gobernador Corral enfrentó, fue sin duda la falta de educadores, trayendo consigo un contratiempo para la implementación de su programa educativo.
Por ello contrató de la Normal de Veracruz a ilustres docentes como Vicente Mora y Carlos M. Calleja.
Empezó, pues, por dotar de útiles a todas las escuelas, comprando directamente en los Estados Unidos todo el material necesario para ellas, a cuyo fin obtuvo previamente del Gobierno Federal la franquicia de internar al país sin pago de derechos todos esos efectos.
Esa medida fue aplicada precisamente en los primeros días de su gobierno, pues a fin de enero de 1888, todos los establecimientos de la capital del Estado y de Guaymas, estaban abastecidos.
Si alguna meta tuvo Corral en mente, era crear al Estado más culto del país.
Por eso idealizó y posteriormente realizó la apertura del Colegio Sonora.
A fines de enero y principios de febrero se fundaron en Hermosillo la escuela de niños número 3 y la escuela número 2 de niñas, contándose desde entonces tres establecimientos de instrucción primaria para varones, dos para niñas y una “Escuela Principal” para éstas últimas, en la que se impartían algunos conocimientos correspondientes a instrucción secundaria.
Se procuró que todos esos planteles se repartieran bien en toda la enorme extensión de la capital, que relativamente abarca un espacio desproporcionado al número de habitantes que cuenta a fin de facilitar la concurrencia de los alumnos, lográndose por ese medio una asistencia diaria a las escuelas muy cercana a la cifra de todos los niños aptos para concurrir.
En noviembre de 1888 quedó instalada la primera biblioteca municipal pública de Hermosillo, con más de 3,500 libros, todos disponibles al público en general.
La mayoría de los ejemplares fueron donados del fallido Instituto Sonorense promovido durante la gestión de don Luis E. Torres como Gobernador del Estado.
En la actualidad, diversas familias operan los principales sistemas educativos de la ciudad, aunque la Familia Soria ha sido sin duda alguna, la familia que más ha logrado sobresalir en éste ámbito, fundando en 1918 el Liceo de Varones; 1932, Instituto Soria; 1965, Colegio Larrea; 1979, Universidad del Noroeste; 2008, Unilíder.
El autor es escritor e historiador.
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