La Asociación Civil: una forma de emprendimiento social
La autora es maestra en Derecho Internacional Privado por la Universidad de Sonora
Durante algunas colaboraciones hemos abordado diferentes tipos de sociedades y sus aspectos más importantes para ser tomados en cuenta a la hora de emprender un negocio. Hoy quiero compartirles algunos puntos a considerar sobre la figura de la Asociación Civil, que está más vigente que nunca por su vinculación con la sociedad y su importancia en el mundo de los negocios.
Una Asociación Civil está regulada en cada entidad federativa por su Código Civil y, a nivel federal, por el Código Civil Federal. Consiste en el contrato que celebran dos o más personas que tienen un propósito en común para apoyar diferentes causas sociales, por ejemplo: fines culturales, educativos, de divulgación científica, deportivos, derechos humanos, medio ambiente, grupos
vulnerables, etcétera. Sus actividades no son preponderantemente económicas y se forman sin ánimo de lucro, es decir, no persiguen una ganancia comercial o económica.
Las ventajas de constituir una Asociación Civil es que la gente ve a sus asociados comprometidos con la comunidad, pues realizan acciones muy importantes que a veces los gobiernos no pueden o no quieren realizar, también les dan visibilidad a muchas problemáticas, incluso en algunas ocasiones puede representar un contrapeso social, por lo que los asociados adquieren una imagen fuerte de responsabilidad social.
Para su formalización no se requiere un capital mínimo, los asociados se dan de alta o de baja en forma voluntaria, todos participan con los mismos derechos, además estando formalizados acceden a recursos públicos y privados. Por estas razones muchos empresarios no solo apoyan este tipo de agrupaciones, sino que constituyen sus propias Asociaciones o Fundaciones.
Por un lado ayudan a la comunidad e inciden en políticas públicas y por el otro, lo utilizan como estrategia fiscal para deducirle los gastos a sus ingresos, aparte de lograr que las personas volteen a verlos, funcionando también como una estrategia de marketing social ya que asocian a su empresa y a su marca con la ayuda que se está brindando a la comunidad.
En cuanto al aspecto fiscal, una Asociación Civil tiene su Registro Federal de Contribuyente,tributando impuestos. Incluso puede obtener un permiso de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para ser una donataria autorizada, otorgando recibos deducibles de impuestos por los donativos recibidos, eso hace que sea más atractiva la opción de donar a la causa social que tenga
la Asociación, pudiendo recibir donativos en efectivo y en especie, de personas físicas y morales e incluso del extranjero.
Para que no pierdan esta autorización, es muy importante que estas Asociaciones Civiles hagan sus declaraciones en tiempo y forma, por lo que deben tener en orden su contabilidad.
Las desventajas, si así pudieran llamárseles, es que los asociados tienen que celebrar por lo menos una Asamblea General al año y el remanente no se distribuye entre los asociados. En el caso de una Asociación Civil que es donataria autorizada, sus gastos de administración no pueden exceder del 5% de los donativos recibidos, así que debe considerarse cuidadosamente si el estatus de donataria autorizada le traerá beneficios a la Asociación o sólo costos.
Constituir una Asociación Civil es una forma de emprendimiento social, porque las labores que realice van a beneficiar a un sector de la población, incidiendo en una mayor calidad de vida en el colectivo social. Si usted tiene ánimo y desea ayudar al prójimo, no dude en formar parte de una Asociación Civil o constituya su propia Asociación invitando a otras personas a participar. Sólo con acciones podemos cambiar el entorno social en que vivimos.
La autora es maestra en Derecho Internacional Privado por la Universidad de Sonora
Titular de la Notaría Pública número 106 en Hermosillo, Sonora
notaria106.sonora@gmail.com