La ansiedad, es la mente yendo más rápido que la vida

La RAE define la ansiedad como:

“El estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo”.

En estos tiempos debido a la situación que se vive a nivel mundial varias investigaciones afirman que la ansiedad de las personas ha tenido un aumento del 70%, el temor de lo que pueda suceder y el no ser conscientes del hoy hace que la ansiedad se vuelva más latente y común entre nosotros.

Los signos y síntomas de la ansiedad más comunes incluyen los siguientes:

• Sensación de nerviosismo, agitación o tensión.
• Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.
• Respiración acelerada (hiperventilación)
• Sudoración.
• Temblores.
• Sensación de debilidad o cansancio.

Algunas formas de combatir o prevenir la ansiedad son las siguientes:

Ejercicio físico: El ejercicio físico nos ayudará a evitar el exceso de activación del sistema nervioso y a conseguir un sueño más reparador. Si nuestro estado físico no nos permite la realización de ejercicio podemos optar por ritmos suaves a intervalos breves.

El sueño y los hábitos de alimentación: Una alimentación desequilibrada puede perjudicar a algunos síntomas asociados con algunos estados de ansiedad, una alimentación saludable y equilibrada nos ayudará a controlarla.

Respecto al sueño los beneficios de dormir bien son numerosos, si vemos que la ansiedad no nos deja dormir (o peor, el pensamiento de que no podemos dormir, no nos deja dormir) podemos optar por leer algo hasta que el propio sueño venga a visitarnos.

Modelar (observación): Podemos emplear el modelaje observando a otras personas que no muestran ansiedad ante acontecimientos que a nosotros si no muestran esas sensaciones temidas.

Incluso, conversar con personas que han conseguido superar problemas de ansiedad y que le comenten las técnicas que a ellos le han funcionado le harán recuperar la esperanza en que sí se puede controlar la misma.

Sentido del humor: Nuestra tendencia ante las situaciones que nos provocan ansiedad es reaccionar con negatividad y tomárnoslo demasiado en serio.

Por ejemplo, ante un pensamiento recurrente, podemos probar a cantarlo o a decírnoslo en otro idioma, esto hará que cambiemos el enfoque y podamos disminuir la sensación.

Meditación: Tomate 15 minutos al día en un ambiente relajado, donde se asegure de que nadie va a molestarle, céntrese en su respiración, en las sensaciones corporales, en el sonido o en un objeto y practique la atención plena, si lo hace con música relajante de fondo obtendrá mejores resultados.

Métodos de distracción: Si empleamos distracciones adecuadas podemos interrumpir, aunque sea temporalmente, el pensamiento que nos provoca ansiedad: parada de pensamiento, lectura, ocio, pasear, entre otros.

Mantente activo: Participa en actividades que disfrutes y que te hagan sentir bien contigo mismo.

Disfruta la interacción.

Evita el consumo de alcohol o drogas: El consumo de alcohol y drogas puede provocar ansiedad o empeorarla.

Si eres adicto a cualquiera de estas sustancias, la idea de dejar de consumir puede hacerte sentir ansioso.

Si no puedes dejar de consumir por tu cuenta, consulta con tu médico o busca un grupo de apoyo para que te ayuden.

Aprender a manejar la ansiedad puede ayudarnos a estar alerta ante las situaciones correctas y a salir triunfantes de nuestros retos personales del día a día.

Con estas técnicas y estrategias para reducir la ansiedad puedes estar más cerca de poner un nuevo rumbo en tu vida.

La autora es coach en desarrollo humano y empresarial.

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