Inteligencia emocional en el día a día
El autor es Escritor, Networker y Conferencista en SB3.
¿Has tenido días donde sientes que te puedes comer el mundo, que eres capaz de todo? ¿Y has tenido otros días donde el sentimiento es lo contrario y te sientes incapaz de cualquier cosa?
¿Cuál es la diferencia? La diferencia no es tu potencial. Independientemente de los "días buenos" y los "días malos", tu potencial es el mismo, aunque tu creencia sobre él cambie.
La diferencia verdadera es el "cómo" te sientes. Entonces imagina, ¿Cómo podría ser tu vida si pudieras controlar, aunque sea un poco, ese "cómo"? Pues precisamente aprender a controlar ese "cómo" es la esencia de la inteligencia emocional.
La definición según Daniel Goleman, la persona que acuñó el término, es la capacidad de reconocer sentimientos, propios y ajenos, y tomar consciencia de ellos. La definición según tu servidor
es que la inteligencia emocional es lo mismo que la actitud, o al menos van de la mano.
Y mi definición incluye la actitud hacia las demás personas, pero también para contigomismo(a). Dicen que no es lo que te sucede, sino cómo reaccionas a lo que te sucede, lo que hace la diferencia. ¿Qué te ha sucedido los días que sientes que lo puedes todo, y qué te ha sucedido los días que sientes que no puedes con nada?
Eso mismo que a ti te ha pasado, ¿Le habrá pasado a más personas que lo han sabido sobrellevar de mejor manera? O, es más, ¿Te ha pasado lo mismo en otras ocasiones, pero has reaccionado distinto?
Como es un tema bastante extenso, te dejaré un par de tips para que empieces a controlar ese "cómo". En primer lugar, debemos entender que, grosso modo, los pensamientos generan sentimientos, que generan acciones, que generan resultados.
Si queremos cambiar nuestros sentimientos, debemos modificar nuestros pensamientos cambiando nuestro "alimento mental" a través de los 5 sentidos. Existe mucho escepticismo al respecto, así que te pondré un ejemplo sencillo: Si ves películas de miedo en la noche, y te dan ganas de ir al baño, te dará miedo ir al baño en tu propia casa.
O si escuchas ruidos, pensarás lo peor, a pesar de que, si escucharas esos mismos ruidos en otras circunstancias, ni siquiera le darías importancia. Lo bueno es que eso funciona a la inversa.
Note digo que seas optimista al extremo, pero tampoco extremes el pesimismo. Otro tip: La mente responderá lo que le preguntes. Cambia la "preguntita". Cuando nos pasa algo, generalmente preguntamos "¿Por qué?", y la mente nos empieza a culpar o a victimizar. Pero si cambias la preguntita a "¿Para qué?", la mente te empezará a dar motivos de los cuales te puedes apalancar.
La preocupación es el miedo pintando cuadros en tu mente. Cuando sientas que no eres capaz de algo, recuerda que generalmente es más difícil en la mente. Y, si has
tenido malas experiencias, quizás el "para qué" de ellas, era para que aprendieras y prepararte para este momento.
El autor es Escritor, Networker y Conferencista en SB3.
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