¡Fracaso, hoy eres mi amigo!
La autora es estudiante de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación y locutora de Pop Extremo.
En un mundo inmerso en la palabra “éxito” poco espacio existe para otro vocablo como lo es el fracaso.
Dos palabras que, a pesar de poder consolidarse como una paradoja, caminan de la mano, cual pareja de recién enamorados.
Nuestro referente inmediato asocia al fracaso como algo negativo en la vida, (como si fuéramos entes perfectos) y que debemos evitarlo a como dé lugar, para jamás escuchar la tan temida frase “Eres un fracasado” seguido de una considerable cantidad de adjetivos negativos que formarían un cúmulo de prejuicios indeseables hacia nuestra persona, convirtiendo al fracaso como el mayor de nuestros enemigos, cuando la verdad no es así, ya que este “adversario” es el mejor aliado que uno puede tener en esta vida.
Claro que no se trata de ir por nuestra existencia tomando decisiones inconscientes y realizando acciones equívocas de manera constante, más bien, se trata de ir por la vida sin temor de saber si ganarás o perderás al arriesgar, dejar de pensar si en el futuro tendrás éxito o serás sólo uno más del montón, pero la realidad es que el fracaso, nos guste o no, es algo inevitable que al menos tú y yo hemos experimentado alguna vez en nuestra vida.
Nos han enseñado desde pequeños que a la vida se viene a ser exitoso, como si alcanzarlo fuera cosa fácil, vemos la gloria de los demás, pero jamás percibimos los fracasos que tuvieron detrás de ese triunfo.
Grandes mentes tuvieron que pasar por su garganta el trago amargo del fracaso, tomando de él lo más valioso que nos brinda eso, llamado aprendizaje.
Esa enseñanza que les permitió arriesgarse una vez más con una mayor probabilidad de alcanzar el éxito.
Lamentablemente pocas personas aprenden del fracaso.
Quitemos la connotación negativa que tenemos del fracaso y lleguemos al punto de convertirlo en nuestro amigo.
¿Por qué ser tan duro con él cuando sólo nos permite aprender en esta vida y nos da grandes lecciones? ¡Fracasar no está mal, no intentarlo, sí! El aprendizaje que cosechamos tras fracasar es la herramienta clave que permite abrirle paso a la vida y enfrentarla.
¡Por favor! Nadie nos ha dado un manual de cómo vivir la vida, de cómo hacer las cosas o cómo reaccionar ante sus circunstancias y, debido a la inexistencia de este manual, el margen de fracaso en nuestra vida posee un alto grado de probabilidad de que suceda.
Así es, quieras o no, vamos a fracasar una y otra vez, es parte de la vida, pero mejor quedémonos con la idea de que nos atrevimos a dar el paso que muchos no dan.
Qué bonito saber que, a pesar de equivocarnos, descubrimos una nueva manera de cómo intentarlo y hacerlo una vez más.
Qué valioso saber que, gracias al fracaso, aprendimos, al aprender crecimos, al crecer mejoramos y al mejorar ¡alcanzamos! Qué diferente sería la vida si dejáramos de tenerle miedo al fracaso y encontráramos en él un amigo que nos permita aprender en este viaje que se llama vida.
Angélica Campa
La autora es estudiante de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación y locutora de Pop Extremo. Instagram: angiecampa19