En vivo desde el Estudio A

Hay lugares que son emblemáticos de una industria; por ejemplo el Estadio Azteca lo es del fútbol; la Arena Coliseo, de la lucha libre mexicana, y de la televisión, indudablemente, fue aquel edificio en avenida Chapultepec 18 de la colonia Doctores en la Ciudad de México, me refiero al Estudio A de Televicentro.

Este inmueble que originalmente sería un gran estudio de radio, por 34 años fue sede de las principales producciones televisivas, primero de XEWH TV canal 2, después de Telesistema Mexicano y posteriormente (1973) de Televisa. Tenía un aforo para 1,500 personas quienes podían observar y participar de las emisiones que se realizaban en vivo. Una gran marquesina anunciaba la programación y fue hogar de programas como: “Siempre en Domingo”, “Fiebre del 2”, “Sube Pelayo Sube”, “La Carabina de Ambrosio”, entre otros. Hasta mediados de los 80 era común observar largas filas de público deseoso de ingresar a lo que fue el corazón de la llamada “Fábrica de sueños”.

En el foyer o vestíbulo del Estudio A, los actores y actrices permanecían esperando su llamado a cuadro, ensayando sus libretos o bien, compartiendo con el público asistente. El foro escénico era el más amplio del complejo y al set principal podían ingresar automóviles y otros artefactos que las producciones requerían. A un costado, estaban las áreas de maquillaje camerinos y utilería, además contaba con un restaurante el cual era el centro neurálgico de la contratación de talento, ya que los directores y productores se reunían a diferentes horas del día a comer y a negociar proyectos. No había en Latinoamérica y en Estados Unidos, instalaciones con semejantes dimensiones y funcionalidad.

Pedro Vargas, Luis Manuel Pelayo, Raúl Velasco, Fito Girón, Chela Braniff, Javier López ‘Chabelo’, Janet Arceo, fueron los personajes habituales que trabajaron en el Estudio A, mismo que fue renombrado Teatro Estudio Paco Malgesto, en honor al célebre locutor  y cronista taurino, fallecido en 1978.

El Estudio A era, según quienes ahí laboraron y que tienen brillante memoria, una especie de catedral del talento, un sitio de culto, donde se colocó la primera piedra de lo que sería uno de los emporios de comunicación más grandes del mundo y de habla hispana. En la mañana del jueves 19 de septiembre de 1985, una pesadilla fulminante acabó con esa ‘Fábrica de sueños’. Un terremoto afectó varios edificios de Televisa Chapultepec y el daño estructural que sufrió el Estudio A, lo condenó a la demolición total. La picota extinguió la fachada más emblemática de la televisión nacional. Ahora, en ese predio, se ubica uno de los estudios de Televisa Deportes.

Nada volvió a ser igual a pesar de la tecnología de vanguardia con la que ahora cuenta la televisión; el glamour de esos estudios y de toda una era de la pantalla, se fue entre los escombros.

El autor es productor de radio y televisión.

Correo electrónico: danielriosromero@gmail.com