En mi soberbia opinión
El autor es nutriólogo, escritor, asesor e instructor de capacitación.
“En mi humilde opinión”, cuántas veces no he escuchado esta frase al querer expresar algo.
No hay opiniones humildes, opinar no es humilde, es usar todo tu ego y dirigirlo a un lado y quedarte ahí con todo tu ego y soberbia.
Soy egoísta y trato de expresar el ego, para que los demás lo usen de forma externa para mirarse, para entenderse.
Tu ego a veces te tiene dormido y rara tu parte racional cuestiona opiniones y saca conclusiones para darte cuenta que a veces partes de tu vida son una mentira y sólo lo vives sistémicamente aunque no te haga feliz.
Yo uso esa parte de mí para que notes y te des cuenta en qué estás atorado, te des cuenta que estés lleno y no ocupas un set de cosas personales y sociales para poder estar bien.
Es muy común, en esta sociedad, sólo ver la parte canal, que se dediquen a criticar más no a cuestionar y mejorar.
Cuando eres lo más tú posible, en amor propio, con toda la autoestima, con tu vulnerabilidad, siendo crítico, arrogante, inculto, creído, filosófico, opinas, tienes errores y decides mostrarte a la sociedad, te van a criticar, te van a tachar de arrogante, egoísta porque al final sirve como un espejo para los demás de lo que da miedo mostrar a la sociedad, de las partes negativas que tenemos y nos da miedo mostrar por el qué dirán.
La vida se trata de crecer y en el crecer está el hacer las cosas con todo el amor posible, con todo tu autoestima, opina y decide ser tú sin soberbia, puro crecimiento personal, sin creerse más ni menos que nadie y respetando siempre la libertad de los demás.
Todos somos egoístas, todos vemos el mundo con nuestros propios ojos, cuando tratas de hablar o expresarte “humildemente”, lo único que haces es falsamente ocultar tu esencia para ser aceptado en esta sociedad que vive en la falsa idea de humildad, porque si voy más a fondo con la palabra humildad en otros aspectos de la vida en México hay un detalle social basado en que la gente “quiere que te vaya bien, pero no muy bien”.
El día que te va mejor, que pasas a mejor vida, mejor carro, casa, vienes y servicios, tu entorno te critica, “cómo va a ser posible que ha ti te esté yendo tan bien si todos estamos jodidos”.
En México humildad es sinónimo de pobreza y escasez, y el de abajo siempre se victimiza y critica al de arriba, “algo ya no cuadra, algo ya no hizo bien”, en vez de tomar responsabilidad y hacer con lo que tienes lo mejor para tu vida.
Humildad es simplemente ser tú en todo momento, estés donde estés, sin importar tu estrato social o económico, sin pisar a los demás y con la sencillez de aportar algo a la sociedad.
Así que al final, cada quien se ama lo que quiere, se cree a sí mismo por quien es y juega el juego de la vida de manera sistemática o buscando crecer personalmente.
El autor es nutriólogo, escritor, asesor e instructor de capacitación.