El papel de la mujer en la reactivación económica

El autor es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y Profesor-Investigador, Universidad de Sonora

Ante los impactos adversos en materia sanitaria y económica provocados por la pandemia mundial, los gobiernos nacionales deben diseñar políticas públicas con enfoque y perspectiva de género, considerando las particularidades de las regiones y sectores productivos para lograr la recuperación.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentó el Informe Especial No. 9 Covid-19 “La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad”, en el cual se destacan los efectos negativos de la emergencia sanitaria en los niveles de empleo y los ingresos de las mujeres en la región.

El reporte de cepalino pone de manifiesto tres ejes para alcanzar la reactivación económica: 1) Inversión en la economía del cuidado de salud, enseñanza y trabajo doméstico que tenga efectos multiplicadores; 2) Políticas de empleo y cierre de la brecha digital como motor emancipador de la autonomía económica de las mujeres; y 3) Política fiscal, de empleo e industrial con perspectiva de género como enfoque transversal en todos los espacios de decisión política.

La crisis sanitaria profundizó en la desigualdad estructural de las mujeres: 1) Socioeconómica y de pobreza: a) Sobrerrepresentación de mujeres en hogares pobres; b) Mayor desempleo y expulsión de la fuerza laboral; c) Informalidad; y d) Barreras de acceso a servicios financieros y brechas digitales; 2) División sexual del trabajo: a) Concentración en sectores de baja calificación y

más afectados por la pandemia; b) la mayoría en primera línea de atención de respuesta médica al problema sanitario con brecha salarial de género; y c) Aumento de carga de cuidados.

3) Patrones culturales patriarcales: a) Persistencia y agudización de violencia por confinamiento; y b) Violencia en redes y ciberespacio; y 4) Concentración del poder: a) Menor participación en toma de decisiones sobre las respuestas a la pandemia.

El Observatorio Covid-19 en América Latina y el Caribe: Impacto económico y social muestra los impactos en el nivel y calidad del empleo y los ingresos de las mujeres en la región: 1) -6.0% cayó

la tasa de participación femenina; 2) 22.2% la tasa de desocupación femenina; 3) 10 años de retroceso en participación del mercado laboral; 4) 23 millones de mujeres se adicionaron a la pobreza; y 5) 118 millones de mujeres en situación de pobreza.

Los sectores económicos de alto riesgo por la pérdida de empleos con alta presencia de mujeres son: 1) Comercio al por mayor y al por menor (22%); 2) Manufactura (11%); 3) Turismo (9%);

4) Hogares como empleadores (11%); 5) Actividades inmobiliarias; y 6) Servicios administrativos y de apoyo. Además, se caracterizan por altas tasas de informalidad, bajas remuneraciones y bajos

niveles de calificación.

La Cepal propone una serie de acciones para evitar retrocesos y que enfrenten las desigualdades de género en el escenario pospandemia: 1) Pacto fiscal para la igualdad; 2) Transformación digital incluyente; 3) Recuperación productiva con empleo para las mujeres; y 4) Economía del cuidado como dinamizadora con la redistribución de tiempo e ingresos, participación laboral, crecimiento

y recaudación tributaria.

La política industrial y de empleo con enfoque de género debe: 1) Aumentar participación de mujeres en los sectores de la industria manufacturera de la salud, movilidad y turismo sostenible, energías renovables, bioeconomía, economía digital y circular, además de eliminar barreras de ingreso; 2) Estrategias de reconversión laboral para mujeres priorizando el desarrollo de habilidades digitales; 3) Garantizar derechos laborales a las trabajadoras en el contexto de teletrabajo; y 4) Asegurar acceso a servicios y productos financieros de calidad.

En conclusión, para lograr la recuperación económica en nuestro país el papel de la mujer es definitivo y definitorio, el organismo cepalino centra la atención en la economía del cuidado, recomienda priorizar en la vacunación del sector, aplicar las medidas de protección y retención al trabajo doméstico remunerado, así como los sistemas integrales de cuidado con corresponsabilidad de género.

El autor es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y Profesor-Investigador, Universidad de Sonora. Presidente del Colegio de Economistas de Sonora, A.C.

@EspejelJoel / joel.espejel@unison.mx