El mito del experto

El autor es CEO MVP Group.

Malcom Gladwell en su libro “Outliers” nos habló de que un experto transitaba por un proceso experiencial de 10 mil horas, tiempo a través del cual desarrolla las competencias para dominar su arte.

Sin duda es algo que tiene mucho sentido, porque representa un gancho al hígado a la mentalidad de microondas con la que muchas personas aspiran a lograr resultados sobresalientes de la noche a la mañana, justo al más puro estilo de Hollywood.

El problema de esto es la contraparte, específicamente en la generación “X” a la cual pertenezco.

Me refiero al enfoque a través del cual abordamos nuestro camino en el emprendimiento, un enfoque en el mayor de los casos erróneo.

No es que emprender sea algo sencillo de hacer, por ello en este espacio he hablado en más de 50 entregas de las dificultades que el camino del emprendimiento representa para todos.

Es un enfoque erróneo porque por ignorancia aspiramos a emprender siguiendo el mismo proceso que nos enseñaron a seguir nuestros padres para ser empleados: estudiar mucho, llenarnos de teoría que en muchos casos está descontinuada.

¿Y qué tiene de malo este enfoque? todo, porque lo que provoca es que una gran parte de las personas que aspiran a iniciar un emprendimiento jamás lo hagan porque sienten que no están listas; que de las que se atreven a iniciar, muchas tengan que luchar diariamente contra el Síndrome del Impostor que las hace sentirse no aptas para el reto que tienen enfrente.

Siguiendo la referencia de las 10 mil horas de Malcom Gladwell, esto representa un problema de fondo, porque el tiempo que cualquier persona necesita para convertirse en un experto en lo que hace es una meta a la que jamás se llegará acumulando información en lugar de horas de exposición y práctica.

Aclaro que es importante conocer las bases, el contexto, el marco conceptual, para no empezar desde cero, pero igual o más importante es empezar, y lo que provoca este enfoque erróneo de pensar que para emprender debes seguir el mismo camino que seguimos para conseguir un empleo, es que emprender sea casi imposible para la mayoría de las personas que quieren hacerlo.

Por eso es importante señalar que la categoría de experto no es un título nobiliario al que se aspire por la acumulación de grados académicos.

Es más bien algo a lo que se llegará a través de la exposición cotidiana con la praxis del tema en torno al cual se desea desarrollar el expertise.

En pocas palabras: estar en la cancha, aprendiendo de lo que sucede en la práctica.

Entonces, si hablamos de emprender y aspiramos a emprender, debemos dejar de estudiar cómo emprender y en lugar de ello ponernos a emprender para aprender lo que realmente se necesita para emprender.

El trabalenguas es un algo complejo, pero la idea de fondo no lo es:

“Deja de estudiar cómo emprender y empieza a emprender para que realmente aprendas todo lo que necesitas para hacerlo bien”.

El autor es CEO MVP Group.

Host de los Podcast Confesiones de un Papá Emprendedor, Escribe y Publica tu Libro y Triunfa Como Coach.

Yo@SoyunPapaEmprendedor.com