El dilema económico y sanitario frente a la pandemia
El autor es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y Profesor-Investigador, Universidad de Sonora.
Los gobiernos de los países se enfrentan al dilema de la reapertura de las actividades económicas que implicaría rebrotes de contagios y/o continuar con las estrictas medidas sanitarias de confinamiento físico y económico en detrimento de sus economías, por ello la necesidad de sincronizar los temas de economía y salud.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) presentaron el informe conjunto “Salud y economía: una convergencia necesaria para enfrentar el Covid-19 y retomar la senda hacia el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe”.
El informe destaca las siguientes conclusiones: 1) de no controlar la propagación del virus pandémico en los países de la región de América Latina y el Caribe, no será posible reactivar sus actividades económicas; 2) el control de la pandemia y la reapertura económica requieren del liderazgo y rectoría efectiva de los Estados, por medio de la coordinación de las políticas de salud, económicas y sociales; y 3) los gobiernos nacionales deben aumentar el gasto fiscal en por lo menos 6% del Producto Interno Bruto (PIB) destinado al sector salud y con ello favorecer la reactivación y reconstrucción de la economía.
La Cepal y OPS proponen la complementariedad entre las políticas de salud y económicas (fiscales, sociales, productivas) como elemento crucial para enfrentar la pandemia y reactivar la economía.
Para ello recomiendan siete principios que pueden guiar el diseño y aplicación de la convergencia de las políticas públicas.
1) La vida, la salud y el bienestar son primordiales y constituyen prerrequisitos para reactivar la economía como imperativo ético y de capacidad productiva de las sociedades; 2) La reducción de las desigualdades es un eje orientador de las políticas en todas las fases para reconstruir el tejido social; 3) La protección social es una herramienta central para enfrentar la pandemia por medio de acciones de promoción y prevención en materia de salud y nutrición en las zonas de mayor pobreza y desigualdad.
4) La priorización de la salud y el fortalecimiento de los sistemas sanitarios con un enfoque de atención primaria deben ser considerados los cimientos necesarios para dar respuesta a las fases de control, reactivación y reconstrucción económica, por tanto los sistemas de salud deben avanzar como prioridad esencial hacia el acceso y la cobertura universal.
5) El fortalecimiento de la capacidad rectora del Estado es una condición sine qua non para la reconstrucción, es esencial fomentar un espíritu de cooperación y solidaridad entre el gobierno, la sociedad civil y el sector privado para formular estrategias conjuntas; 6) Se requiere diálogo y participación social para una convergencia integral entre salud y economía; y 7) La promoción de la salud debe apoyarse en medidas con base empírica en todas las fases de respuesta a la pandemia.
El informe conjunto destaca la urgencia de que los países de la región deben avanzar hacia la consolidación de un plan nacional y del consenso intersectorial, con el fin de garantizar la sinergia y coherencia de las políticas públicas, así como lograr una articulación y flexibilidad que les permita adaptar las respuestas a las distintas realidades locales.
Además, las naciones deben reconocer tres fases de acción: 1) el control de la epidemia; 2) la reactivación de la economía; y 3) la reconstrucción con mayor equidad.
En conclusión, en nuestro país para avanzar hacia la reactivación y recuperación económica se requiere incrementar el gasto público en el sector salud, hay desafíos estructurales preexistentes de por medio, pero es necesario seguir en la senda de la reorientación del gasto fiscal y la reestructura de la deuda pública para lograrlo.
El autor es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y Profesor-Investigador, Universidad de Sonora.
@EspejelJoel / joel.espejel@unison.mx