El cuidado de la imagen
El autor es periodista con más de 30 años de experiencia en medios escritos y de Internet.
Aunque es conocido que en la transformación de las organizaciones es preponderante el marco jurídico del territorio donde se ubican, también lo es el hecho de que aquellos países con mayor índice de riqueza, suelen ir delante de esas disposiciones legales.
Tomemos de ejemplo Estados Unidos, donde la defensa legal es abundante en materia de racismo y clasismo al momento de la toma de decisiones de los jefes de cualquier organización.
Está muy penado ese tipo de felonías.
Hablemos de las organizaciones formales no racistas, porque las hay también y las protege la Constitución americana y es raro que en éstas se presenten demandas al respecto.
Es por ello que en sus manuales, la gran mayoría, al momento del ingreso de la persona se establece un apartado en el que se indica el respeto al integrante sin importar raza, edad, credo, color, religión, sexo, antigüedad, orientación sexual, antecedentes penales, estado civil, ciudadanía u otros criterios.
Aunado a ello se establecen además los procedimientos legales de actuación, el qué hacer, en caso de que uno de sus agremiados sufra algún tipo de daño al no respetarse la mencionada disposición.
Sobre todo en la Unión Americana donde la ley cotiza en sumas fuertes a quien violente alguna de estas disposiciones, de allí el cuidado sobre el tema.
Y hay fenómenos como el cuidado del sufrimiento de hostigamiento sexual que se maneja ya como parte de la filosofía organizacional.
En contraparte las organizaciones cuentan con todo un espectro de defensa y contrataque contra todo aquel integrante que ofenda, dañe, realice espionaje industrial o cualquier otro tipo de perjuicio que afecte la imagen de la organización misma que puede a su vez actuar con la ley en la mano.
En Estados Unidos no cuentan con una ley laboral como existen en otros países, es más bien la ley penal y civil la que predomina, pero se fortalecen los sindicatos que curiosamente, una de sus principales luchas es el pago de las llamadas horas extras que es un apartado que no existe en la Unión Americana pues se supone que los procesos están hechos para que funcionen en las ocho horas laborables.
En caso de que no se finalice con las tareas adecuadas en el tiempo estimado, es seña de que algo no funciona bien en sus procesos.
Hay organizaciones en el mundo que establecen claramente en su constitución interna la dirección exclusivamente para el sexo masculino, sobre todo en el caso de aquellas de aspecto religioso, hay otras que por tradición otorgan el poder al hombre más que a la mujer lo cual es un proceso que, como la humedad tiende a trasformar las direcciones, pero sin duda alguna será un proceso muy lento, generacional, pues al día de hoy aun la mujer como jefa sufre de resquemores y recelos por parte de los varones y los jefes.
El hecho es que en la estrategia del cuidado de la imagen, la mujer va poco a poco ganando terreno.
Ahí va, sobre todo por las características que le rodean relacionadas con honestidad y rectitud.
En cuanto a capacidad, pues es un terreno que de alguna manera aún está en discusión aunque se escuche misógino.
Por supuesto, habrá quienes discrepen de esta realidad, pero la pregunta es ¿cuántas mujeres al día de hoy manejan grandes organizaciones a nivel mundial, salvo países, claro está y que también son escasas?
El autor es periodista con más de 30 años de experiencia en medios escritos y de Internet, cuenta con licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública.
Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de CEO. Consultoría Especializada en Organizaciones…
Cuando la unión de esfuerzos no es suficiente.
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