El amor de mi padre

El autor es CEO MVP Group. Creador del Podcast Confesiones de un Papá Emprendedor. Disponible en iTunes y Spotify.

"El Amor de mi Padre" ("The Boys are Back"), es una película dirigida por el australiano Scott Hicks basada en una caso de la vida real. Cuenta la historia de un periodista deportivo de nombre Joe Warr (Clive Owen), casado por segunda vez con su esposa Katy (Laura Fraser).

El protagonista vive feliz con ella y el hijo de ambos, Artie (Nicholas McAnulty) hasta que en forma inesperada ella sufre de malestares que le revelan un cáncer terminal y dejan al protagonista con la pena y al mismo tiempo la responsabilidad de combinar su trabajo con la paternidad. De su primer matrimonio también tuvo un hijo, Harry (George Mackay), al que no volvió a ver desde bebé al volverse a casar. Ahora enfrenta al reto de convivir con él.

"El Amor de mi Padre" es historia tanto de aprendizaje de reconciliación de un padre, que se enfrenta simultáneamente a un trabajo absorbente y a la educación de sus hijos, así como también situaciones inesperadas como ver morir a su esposa y lidiar no sólo con una suegra que ve en su nieto a la hija perdida, sino reencontrarse con otro hijo al que no conoce.

En los 31 años de vida que pude compartir con mi padre no tuvimos más de 5 conversaciones de este tipo. Él fue un hombre de pocas palabras, convicción, disciplina forjada por la educación militarizada y una capacidad de “leer” a las personas inigualable.

Nunca nos dio consejos, rara vez tuvimos alguna conversación en la que nos hablara del tipo de personas que deberíamos ser. Aún así nos dio todo su amor y nos enseñó mucho, tanto que considero recibimos la mejor educación que podíamos tener, porque nos mostró a través de su ejemplo todo aquello que debíamos aprender.

Es verdad que sin la cercanía de nuestra madre y su capacidad sobrenatural para escanear el entorno, identificar y lanzarnos con precisión milimétrica una chancla, bota o cualquier otro proyectil que encontrará en un rango menor a 1.5 mts, no hubiera sido lo mismo.

Aun así, mi padre nos enseñó a poner a la familia por encima de todo, a ganarnos el respeto de las demás personas, a no dejarnos intimidar por nadie, a conseguir con el fruto de nuestro esfuerzo el sustento para nuestra familia, a reprender con mano dura sin lastimar, a consentirnos sin echarnos a perder y muchas otras lecciones que no alcanzaría a compartir en este espacio.

Lo más importante es que todo esto nos lo enseñó sin pronunciar una palabra porque ya no había espacio para ello. Su ejemplo había llenado todas las páginas del módulo educación padre - hijo en la biblioteca de nuestro hogar.

Y eso es con lo que me quedo. Eso es lo que busco tanto para mí, como para las personas con las que regularmente comparto mi andar por el camino del emprendimiento. Camino que algunos vemos como el mejor medio para estar cerca de nuestras familias, educar a nuestros hijos con el ejemplo, hacer lo que más nos gusta, ayudar a otras personas y cumplir con la misión que cada uno tenemos en este mundo.

Sé que muchas personas ven el emprendimiento de otra forma.

Pero esa es otra historia.