Después del Covid-19, la humanidad se reencontrará con el planeta en otro plan

Estamos viviendo una etapa de transición y cambios vertiginosos y dolorosos. Todo lo que veíamos como normal, ya no lo es, desde que llegó el coronavirus al mundo.

Más de 500 mil infectados en el planeta, lo tienen volteado de cabeza; todas las naciones, incluyendo México, están a prueba, Gobierno, economía, oportunidad de respuesta sanitaria, mercado, financiero, pero sobre todo, las personas somos sacudidas desde lo más profundo de nuestro ser.

Si ahorita nos preguntaran a ¿dónde huirías para salvarte y no ser contagiado?, pues a ningún lado, todo está marcado con rojo incluso los países más desarrollados como Estados Unidos, donde ahora son el centro de

la pandemia con más de 110 mil infectados y donde en New York, la emblemática y cosmopolita ciudad, muere una persona cada 17 minutos por esta pandemia.

Y si quieres huir a Europa, pues ni se te ocurra, porque la letalidad y el contagio han hecho presa a Italia y a España.

En Alemania, donde no hay tantas defunciones, la Primera Ministra dijo que era la lucha más dura que enfrentarían después de la Segunda Guerra Mundial.

En estos momentos todos los gobiernos están testeando sus medidas. Estados Unidos empezó tarde y hoy es el eje del coronavirus en el mundo, Alemania es un caso muy exitoso ya que han tenido pocas víctimas mortales.

Han trabajado en un testeo masivo, una infraestructura hospitalaria superior y la preparación del personal médico

son algunas de las claves que explican por qué Berlín está obteniendo mejores resultados que sus vecinos a la hora de luchar contra el Covid-19.

Los gobiernos aplican la visión y el liderazgo de que disponen, mal o bien, retrasada o no, eso lo sabremos más tarde, pero en el llamado a la ciudadanía de #QuédateEnCasa, solo 3 de 10 mexicanos han aceptado el reto de autoexiliarse de la vida social.

Eso puede representar un grave peligro para los mexicanos, el pensar que no pasa nada, el tomar una situación realmente preocupante y retadora como la que se vive, y dejar que las cosas sucedan, pero que ahora puede tener un costo mortal para muchos conciudadanos que sí hicieron lo propio y los positivos portadores, al no tener síntomas,

anduvieron regando el virus y eso sí es grave y falto de conciencia y ética.

Ahora se dibuja y perfila una nueva era en todos los sentidos. El Covid-10 es un virus muy inclusivo, no distingue si es rico/a, pobre, académico/a, político/a, si es anciano o joven, si es indígena o blanco, a todos se los lleva parejo cuando de infectar se trata.

Se nos acaba el tiempo, es momento de guardarse en las casas y convertirlas en hogares dignos, cordiales y amables.

Qué lección de vida para toda la especie humana, ya que todos los demás animales, mar, montañas, valles, agua, el virus no los toca, vino a recuperarlos y renovarlos, pero ya se verá qué resulta cuando, primero Dios, logremos

pasar esta pandemia y la evolución sea espiritual, donde todos colaboremos y nos respetemos, ahora que vimos nuestra fragilidad pintada de cuerpo entero.

La autora es directora de Voz Empresarial.

aretes0@gmail.com