Designación del jefe
El autor es periodista con más de 35 años de experiencia, LAE, MCO, DAP.
¿Cómo se elige un jefe en las organizaciones? Cada organización tiene su sistema de elección en el cual se mezclan tres ingredientes esenciales:
1.- La importancia de la jefatura. -Con base al escalafón que se maneje, existen diferentes métodos.
2.- El tiempo de permanencia del o los candidatos. -Lo cual no siempre funciona por igual en cada organización.
3.-La cercanía al sucesor. - Que es muy común, y en lo cual sobresale el dicho: “Más vale lealtad que capacidad”.
En el primer término los hay aquellos que son contratados para ocupar ese cargo. Sin embargo, el tamaño de la organización es la que determina ese sistema pues en las grandes corporaciones existen procesos que determinan el subir de puesto debido a que a mayor nivel, más grande es la responsabilidad y hay mucho riesgo en la toma de decisiones.
En las organizaciones medianas y pequeñas suele ocurrir que el factor de capacidad –aunque es necesario--, suele no ser tan relevante a la hora de la definición, más bien emergen el segundo y tercer punto.
Hay otro dicho: “Cuando te toca aunque te muevas y cuando no, aunque te pongas”, lo cual es relevante en aquellas organizaciones donde se heredan los cargos y no necesariamente hablamos de las pequeñas pues en las organizaciones públicas –en países, sobre todo--, la cercanía con el principal incrementa la posibilidad de ser favorecido.
Y, a la hora de dejar un sucesor, se “hereda” a aquel personaje cercano al mandatario (al que trae de la mano y forma), a quien se califica como “hijo” y no al compañero o “hermano” como
siempre ha ocurrido en México donde el famoso “dedazo” aún prevalece y también aplica esta fórmula para la mayoría de los países del mundo.
Otro de los factores que determina la ocupación de un cargo es la propuesta hecha por un “personaje influyente” de la organización que suele ser la persona que toma decisiones fuertes sin pertenecer directamente a esta. Es común su peso como personaje influyente detrás del jefe principal. Pero designar una jefatura no es pues una decisión a la ligera, siempre toma su tiempo, no es de un día para otro.
Se clasifica al candidato conforme al grupo interior al que pertenece, trayectoria, preparación y aceptación política (en el sentido sano), su edad, actitud sicológica e imagen en el exterior, incluyendo la de sus familiares más cercanos y ante todo, la lealtad ante la organización, que son los factores básicos para la designación.
Suele ocurrir que en el camino y una vez que se toma la decisión, se quedan a la vera uno o varios contendientes que se sentían seguros de ser designados. Es muy común.
Por regla general, el nuevo que llega a la jefatura suele realizar una operación de cicatrización pues las heridas abiertas son muy peligrosas si no se atienden en forma y tiempo. Debe mostrar su primera capacidad: la de reconciliación.
Aunque claro, hay otros que prefieren quitárselos de encima excluyéndolos de la organización.
El autor es periodista con más de 35 años de experiencia, LAE, MCO, DAP.
Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de CEO, Consultoría Especializada en Organizaciones
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