Cuerpo, mente y espíritu

La autora es Directora General de Alpha y Aurora Adicciones.

Algunos habrán escuchado que los seres humanos, somos seres trifásicos, esto quiere decir que estamos compuestos por cuerpo, mente y espíritu; cuando una persona termina con una adicción, primero hubo una afectación a la mente, después al espíritu y termina con la afectación física; tal vez el primero y el último sí los percibimos y al espiritual casi no le damos importancia o no lo percibimos, pero es el más importante ya que sostiene todo lo demás.

Al hablar de estos puntos anteriores, quiero decirles que la cereza de este pastel se llama adicción, ya sea a sustancias, personas, imágenes, conductas, etcétera.

Pero todo el pastel está compuesto de una serie de emociones, traumas, situaciones y afectaciones mal manejadas, por lo que para lograr estabilizar a la persona de nueva cuenta desde una adicción es a través de la integralidad.

Debe de recibir un tratamiento médico-psiquiátrico, psicoemocional y espiritual; si dejamos de lado uno de ellos y queremos sólo atender uno o dos de ellos no estaremos haciendo el trabajo de forma integral, por lo que siempre nos quedará un cabo suelto.

Ahora bien, si ya tenemos este problema en casa y buscamos resolverlo sólo viendo una de éstas, o sea, sólo con una terapia psicológica de una hora a la semana, con una consulta con psiquiatría cada 15 días, el índice de recuperación estará muy por debajo que si se recibiera el tratamiento de forma integral, intensivo y sobre todo en contención, ya que para la persona adicta por más que desee dejar de consumir esa sensación, esa necesidad siempre será más fuerte.

Para trabajar una adicción como dije anteriormente de lo que se componía el pastel, pues es enfrentar situaciones, traumas y emociones que dolerán, porque para trascender se tendrá que trabajar, y al hacerlo en una terapia de una hora y salir al mundo a enfrentarlo será muy difícil para la persona ya que por instinto humano nos alejaremos de sentir dolor, por consiguiente no trabajaremos la parte emocional y quedará un eslabón suelto.

Muchas veces pensamos que buscar internamientos es un castigo, simplemente es un tratamiento adecuado para el tipo de problema, no hay que temer y siempre acudir con profesionales especializados en el tema.

“Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él”.

La autora es Directora General de Alpha y Aurora Adicciones.