Cuando me colé a Televisa

El autor es productor de radio y televisión.

En el año 2000 me tocó ir a cubrir Espacio Televisa de ese año en las instalaciones de Televisa Santa Fé, al Poniente de la Ciudad de México.

Iba acreditado como prensa, por lo que obtuvimos facilidades para hacer grabaciones y entrevistas del evento y posteriormente transmitirlos en los programas que un servidor producía en Telemax.

Para entonces, 26 años de edad y en el segundo día de cobertura, entré a una conferencia que estuvo a cargo de Ana Bertha Coronado, quien fungía como jefa de producción del recién estrenado noticiero nocturno con Joaquín López-Dóriga.

Como buen productor curioso, me senté en primera fila y Ana Bertha comenzó a compartir la experiencia de crear de lunes a viernes, el noticiero estelar del país.

Al final, invitó a quienes estaban presentes en la sala a que fueran toda una tarde a Televisa Chapultepec, para que conocieran el proceso de producción del informativo.

Nadie levantó la mano.

Me acerqué a la mesa donde había canapés y Ana Bertha hizo lo mismo; aproveché para felicitarla por su trabajo.

Me atreví decirle que yo quería ir a ver cómo se hacía el noticiero.

Me contestó:

“Mañana a las 4 de la tarde, nos vemos en la puerta de Chapultepec 18”.

Y en efecto, puntual, ahí estaba para registrar mi visita.

Fue por mí, Maricruz Zamora, coordinadora de editores y ella me condujo hasta la oficina de Coronado.

Ahí, Ana Bertha me explicó el proceso en el que iban a esa hora y cómo se iba a ir desarrollando hasta entrar al aire.

Maricruz me llevó a conocer algunos de los estudios y me pidió que la esperara en el Estudio D para seguir con el recorrido.

Inmediatamente aproveché para ver de qué material estaba construido el set del noticiero, ver de cerca las cámaras y el resto del equipo y el estudio, el cual por cierto era muy pequeño, como el Estudio A de Telemax, pero equipado mil veces mejor.

A la hora del noti, me hicieron un lugar junto a Ana Bertha y comencé a ver cómo esa mujer, enérgica y certera, dirigía el noticiero y cómo iban armando ella y López-Dóriga, casi a la marcha, el ritmo de la emisión.

El programa terminó y la acompañé hasta el estudio y ahí, junto a ella y “el Teacher” caminamos hasta la recepción.

Ana Bertha nunca se enteró que ese joven, en realidad era un novel productor de televisión local que se hizo pasar por estudiante, para visitar las instalaciones donde comenzó la historia de la televisión mexicana.

Ana Bertha Coronado se retiró hace unos años después de poco más de 3 décadas en la empresa.

Siempre la recordaré con aprecio.

El autor es productor de radio y televisión.