Cuando el destino nos alcance
La autora es chef y comunicadora.
Estos días en que la tensión nos invade a muchos y el insomnio se apodera de nuestros pensamientos y voluntad haciendo de las suyas, hacemos que el hámster de nuestra cabeza trabaje para bien o para mal, bueno en realidad es como siempre… pero con un poco más de estrés.
Alguien dijo que debemos de aprovechar para respirar y reconectarnos con nosotros mismos, siempre estamos rodeados de tanta gente que pasamos la mayor parte de nuestra vida arreglándonos para los demás, viviendo para los demás, haciendo cosas para halagar a los demás y nosotros aun en medio de la multitud terminamos más solos que nunca.
¿Cuántas veces escuchamos en nuestra cotidianidad a personas de portada, super populares declararse en soledad en medio de la vorágine y nosotros rodeados de familia, amigos y de más nos quejamos por nuestra soledad deseando ser la imagen de esa portada o el alma de la fiesta ajena? Este tiempo con nosotros nos está sirviendo de manera maravillosa, es el tiempo ideal para organizar de la vida, esa vida que abandonamos por estar siempre a prisa y corriendo al paso ajeno.
Descubrí de manera maravillosa que los sonorenses somos buenos apoyando causas, que somos más humanos y empáticos con los demás (claro hay sus prietos en el arroz), me impresiona ver cómo nos volcamos a ayudar al comerciante local que nos necesita, ver las donaciones tumultuosas de grandes, medias y pequeñas empresas, me gusta ver a las señoras haciendo lonches para compartir con el menos afortunado aun cuando ellas no estén en las mejores condiciones.
Me gusta leer por primera vez cadenas enormes para darles bendiciones a nuestros equipos médicos, las calles se ven limpias, la gente está aprendiendo a saludar al momento de dar el paso al peatón que por causas muy fuertes tiene que salir a buscar su comida del día, he visto carros que se detienen en media calle a dejar despensas o dar comida a las personas en situación de calle, este tiempo con nosotros mismos aun con insomnio y el estrés de un futuro incierto nos está haciendo más humanos, cosa que agradezco enormemente.
El mundo necesita más manos que apoyen, más acciones, menos palabras y por primera vez en muchos años de mi vida sin que la gente pueda salir de casa estoy viendo una sociedad más unida y pensante, así que mi querido lector cuando el destino nos alcance porque eso es lo único seguro que tenemos, tendremos buenas cuentas por rendir al creador, en medio de tanto que hicimos y que dejamos de hacer por estar viviendo para los demás, cuando el destino nos alcance podremos sonreír y salir en paz a abrazar quizá a menos gente, pero cada abrazo será para la gente indicada; cuando el destino nos alcance dejaremos acciones y hechos no simplemente palabrería sin sentido, nos llevaremos con nosotros los gestos lindos de las personas a las que les dimos la mano cuando nadie estaba para ellos, cuando el destino nos alcance sabremos que no estamos solos, siempre nos tenemos un espejo para sonreírnos y estar listos, cualquiera que sea tu siembra será tu cosecha.
La autora es chef y comunicadora.
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