China como un sueño
El autor de esta columna es empresario independiente, Licenciado en Administración de Empresas, con maestría en Negocios Internacionales.
Cuántos de nosotros no hemos soñado en importar de China cualquier producto y pensar que nuestras arcas financieras crecerán de forma inesperada, solventando nuestra vida y estableciendo un patrimonio que nos durará hasta para soportar nuestra vejez de una manera digna.
No obstante, muchos nos quedamos con el sueño dando vueltas y no vemos cómo podemos concretarlo, pensando lo difícil, complicado, lejano o imposible de hacerse realidad y aunque no es nada difícil, debemos tener las debidas precauciones si queremos hacer negocios con China o cualquier país lejano, conozco a más de uno que se ha quedado sentado esperando su mercancía y es hora de que no llega.
La idea de China en cuanto a sus productos varía, hay quienes tenemos la idea de que China es sinónimo de las tiendas de dólar, donde los niños principalmente les encanta ir y salir cargados de juguetes o ciertos artículos que al igual que su precio, la calidad es muy baja, porque jugábamos una o dos veces con el artículo y después empezaba a desbaratarse solo, pero era más la diversión de muchos salir con las manos llenas a entrar en una tienda de mejor calidad y obtener sólo uno o dos productos por el mismo gasto en conjunto.
China al igual que todos los países de Asia manejan todo tipo de calidades, desde la más baja de ellas, hasta unas de gran calidad y prueba de ello son los celulares que fabrican, que por la tecnología y desarrollo han venido a ser de los principales fabricantes, y esto sólo por darles un ejemplo, ya que al igual que nosotros ellos saben qué calidad quieren hacer y a qué mercado quieren atacar, por lo que, la calidad y precio que queremos ellos lo tienen sin duda alguna y en cualquier rama de negocio.
Pero qué debemos hacer si queremos entablar negocios con proveedores chinos; el primer paso a mi punto de vista y experiencia es encontrar un distribuidor confiable en China, que nos guíe antes que nada a encontrar los materiales que andamos buscando.
Nuestra idea de hacer negocio debe iniciar sobre qué queremos hacer y cómo lo queremos hacer, qué negocio queremos establecer y si lo que compraremos es para fabricación o distribución; una vez con la idea completa y la ayuda del distribuidor encontraremos eso que realmente queremos comprar.
Como segundo paso ir y visitar físicamente al o a los proveedores, una vez que ambas partes se conocen será mucho más fácil establecer esa relación de negocio y que sea de éxito para ambos; hoy en día muchos distribuidores por un porcentaje de comisión coordinan la logística en China y te ayudan además como traductores para que recibas lo que realmente estás comprando.
No dejes tu sueño en eso, atrévete y verás que es posible hacerlo realidad.
El autor de esta columna es empresario independiente, Licenciado en Administración de Empresas, con maestría en Negocios Internacionales.
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