Buenas prácticas de Gobierno Municipal

El autor es consultor fiscal y de Negocios, presidente del Colegio de Contadores Públicos de Sonora 2013- 2014, Catedrático en Unison, ITESM y CSN, y Universidad Durango Santander.

Es común escuchar en el ámbito empresarial del establecimiento de programas sobre mejores prácticas corporativas o de negocios las cuales se orientan en el fortalecimiento de una identidad empresarial, de su estructura organizacional, así como de su actuar ético y transparente. Lo anterior no es ajeno a la gestión pública, las buenas prácticas gubernamentales en los municipios deben buscar que la gestión pública establezca su visión en el largo plazo, en el entendido que las decisiones actuales producirán el municipio del futuro cuyos impactos serán resentidos o disfrutados por los ciudadanos y su entorno. Con base a lo anterior, un buen gobierno, se caracteriza por planificar dejando a un lado la improvisación, genera canales de comunicación efectivos para proponer a la ciudadanía, para escucharla y decidir con una visión más amplia sobre lo que necesita su gente, así como la atención que necesita el entorno físico y, en forma relevante, su actuar ético se muestra a través de la transparencia el uso eficiente de los recursos financieros, operativos y técnicos.

Para un gobierno municipal la adopción de un programa de mejores prácticas lleva a sus funcionarios a ejecutar una serie de acciones novedosas en el ámbito de la administración, normatividad, finanzas públicas, operatividad técnica, participación ciudadana, innovación, seguridad, movilidad urbana, accesibilidad y equilibrio ecológico, solo por mencionar algunas de las amplias áreas que el término buenas prácticas gubernamentales puede ser aplicado. Este tipo de programas no implica el uso de más recursos públicos para su establecimiento y funcionalidad; sin embargo, implica de parte de los funcionarios públicos, iniciando por los titulares de la administración municipal, una actitud propositiva, mentalidad abierta, cercanía a la realidad, plan de evaluación y remediación, por lo menos. Es importante resaltar que un programa de este tipo debe tener ese carácter de institucional si busca aspirar a un mínimo éxito, toda vez

que la falta de convicción y de exigencia en su aplicación lo colocaría en el olvido y posteriormente en el fracaso en muy poco tiempo.

Las mejores prácticas de gobierno municipal se han premiado a través del tiempo por organismos nacionales e internacionales; sin embargo, el reconocimiento más importante en el actuar de los buenos gobiernos debe ser la aceptación ciudadana.

Así, un sistema de mejores prácticas de gobierno municipal debe constituir una filosofía institucional más allá de un formulismo mediático, sin institucionalidad, se destina al fracaso, el actual entorno político y social abre la puerta a replantear las áreas de oportunidad para el establecimiento de un sistema de mejores prácticas de gobierno municipal, con independencia que las administraciones sean encabezados por nuevas personas o se continúa a través de los que sean reelegidos, el nuevo nivel de exigencia ciudadana lo requiere.

El autor es Consultor fiscal y de Negocios, presidente del Colegio de Contadores Públicos de Sonora 2013- 2014, Catedrático en Universidad de Sonora, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey CSN y Universidad Durango Santander.