Atajos y calidad de vida

Es entrenador de natación y crossfit. 

Vivimos en una época que los atajos venden.

Estamos bombardeados constantemente para lograr los objetivos deseados.

Atajos para terminar la escuela, para hacer llegar la comida a tu mesa, inclusive hay para conseguir pareja.

Sin duda no puedo decir que no hay atajos que pueden traer un impacto positivo a la sociedad y a la persona pero me enfocaré en esta columna en los atajos que tomamos con nuestra salud que raramente son positivos.

Recientemente vi una foto que describe muy bien esto.

En la imagen hay dos ventanillas, una que arriba dice “medicamentos y cirugías” y otra que dice “cambiar tu estilo de vida”.

En la ventanilla de medicamentos y cirugías había una cola interminable de personas y en la casilla de cambiar tu estilo de vida no había una sola persona.

Esta foto no pudo haber estado más acertada al mundo en que vivimos.

Las personas ya no están dispuestas a trabajar por algo a largo plazo para obtener un resultado, ya nadie quiere dedicar el tiempo en algo para obtener la recompensa.

El dicho de planta tus semillas hoy para recoger los frutos en el futuro ya no es aplicable en estos tiempos.

Estamos siendo programados para esa gratificación instantánea que en mi opinión, hablando de salud, puede ser peligrosa y mortal.

Debemos de entender que ningún cambio o ningún habito saludable se hace de la noche a la mañana.

Entender que eso de los 21 días para crear un hábito no aplica en todo y que cualquier cosa que queremos tenemos que trabajar duro para ella y si queremos crear un hábito saludable tenemos que hacerlo por meses.

El hacer una actividad física tiene muchos beneficios y el hacerla por un tiempo prolongado e incluirla en nuestra vida diaria nos dará excelente calidad de vida.

Pondré de ejemplo a mi abuelo que en paz descansa y que está en el salón de la fama del deporte.

Toda su vida fue activo, practicó varios deportes y hasta tres meses antes de su muerte por cáncer en el páncreas se alistaba todos los días para irse a jugar tenis con sus amigos.

Fue muy difícil entender como alguien tan fuerte y atlético como él podría fallecer a los 67 años.

El día de su deceso mi abuela me pidió que entregara las medicinas que sobraron al doctor para que las regalara a alguien que las necesitara.

Cuando entregué el medicamento, el doctor me detuvo y me dijo que le estaba entregando todos los medicamentos para el dolor que había recetado, se dio cuenta que mi abuelo nunca las tomó y me comentó algo que me marcó:

“Esa es la diferencia de un deportista a una persona sedentaria, la calidad de vida” tu abuelo no sufrió, nunca se llevó a nadie “entre las patas” con su enfermedad y todo fue por el tipo de vida activa que llevaba.

Nunca es tarde para empezar a ejercitarse.

Hay muchos tipos de actividades físicas ninguna es mejor que otra, la mejor actividad es la que se te acomode y puedas hacer por un tiempo prolongado.

Busca una actividad que te guste y dedícale algo de tiempo, al principio será difícil y solo te enfocarás en lo malo (madrugar, el dolor inicial, el frío, el calor) pero muy pronto te acostumbrarás y empezarás a ver los beneficios que irán más allá de la salud.

Diego Navarro

El autor es entrenador de natación y crossfit.