Ahora también inflación

El autor cursa la licenciatura en Economía en la Universidad de Sonora

Mi actitud hace poco era otra. “Mantener una inflación baja y estable”, esta ha sido la máxima sobre la cual se ha regido el Banco de México. El último año y estos primeros meses del 2021 todos hemos atestiguado la labor titánica de Banxico para cumplir con este objetivo. Incluso Central Banking reconoció hace poco el buen manejo de la política monetaria en México, otorgándole el título de “Gobernador del Año” al Dr. Alejandro Díaz de León Carrillo.

La pandemia puso a prueba a todas las economías del mundo. El reto fue aún mayor para los bancos centrales, sobre todo en países como México, en el que las autoridades fiscales rehuyeron

de sus responsabilidades, concentrando el reto de evitar el colapso financiero en las manos de la política monetaria.

Toda esta coordinación y reconocimiento se vio eclipsado cuando el INEGI dio las cifras oficiales de la inflación de la primera quincena de abril: 6.05% anual. Su mayor nivel desde diciembre de  2017.

Con este dato, la inflación acumula tres quincenas fuera del rango objetivo de Banxico, que es de 3% +/- un punto porcentual.  El Índice Nacional de Precios al Consumidor subió 0.06% respecto a la quincena previa. Huevo, carne y la tortilla, que son de los productos más consumidos por los mexicanos, han registrado precios históricos.

Para terminarla de amolar, los mayores aumentos en un año se registraron en los precios de los energéticos con una variación de 28.22%, como son la gasolina y el gas.

Desde el nivel federal nos dice el presidente que es “un asunto transitorio”, que “el reporte dice que bajará”. ¿A qué reporte se refiere? No lo  sé, pero me interesaría leerlo. Es indudable el gran trabajo que ha realizado el Banco de México para frenar la crisis acentuada por la pandemia.

Desgraciadamente, la política monetaria no es infinita ni mágica; tiene un límite al que tarde o temprano llegaríamos si no se arregla la falta de coordinación en el Gobierno. El panorama que

deja la deflación hace que cada vez se vea más lejana la posibilidad de una recuperación.

Antes era importante, pero ante su ausencia en esta primera parte de la crisis, hoy es vital que Hacienda reconsidere su estrategia. No basta con la tan esperada reapertura; es sumamente importante que las autoridades fiscales busquen estrategias para incentivar la economía. Solo así se podrá cambiar la reconfiguración del gasto ocasionada por la caída en el ingreso, y solo bajo esas condiciones se podrá empezar a hablar de una recuperación de la economía mexicana.

Lamentablemente, dudo que esto pase. El hoyo en el cual se está cavando el país es cada vez más profundo. Se vienen tiempos aún más complicados.

El autor cursa la licenciatura en Economía en la Universidad de Sonora