Adicciones en mujeres
Autora es Directora General de Clínica de Adicciones para CERMA
Comenzando el año nuestro propósito más común es ingresar al gimnasio y llevar una dieta con la finalidad de bajar esos kilos que ya traemos arrastrando o bien, que subimos durante las fechas decembrinas; lo más común es durar un mes y abandonar todo propósito, si lo tuyo es mantenerte con este propósito quiere decir que todo va bien, ya que la disciplina que tengamos respecto a este tema habla de nuestra seguridad y autoestima.
En cambio, si eres una mujer con baja autoestima y, en la mayoría de los casos sin darnos cuenta, con una depresión, lo más seguro es abandonar todos los propósitos, ya que las mujeres que presentan estas características van de la mano con la falta de disciplina y constancia.
Si es tu caso existe un porcentaje más elevado de entrar en un estado de ansiedad por aceptarte, por bajar de peso y mejorar tu imagen, por lo que comienzas a buscar remedios “fáciles y rápidos” para obtener lo que deseas. Todo comienza cuando “la amiga de mi amiga me dijo que hay unas pastillas mágicas y efectivas que te quitan el hambre y adelgazas más rápido”, por lo que haces hasta lo imposible por conseguirlas.
Lo que menos hacemos es informarnos al respecto de lo que vamos a tomar, sólo la obsesión por conseguir adelgazar unos kilos es lo único que ronda por tu mente hasta que llegas a tener en tus manos una de tantas pastillas que hay en el mercado, como son la sibutramina, la fentermina o el mazindol, pero ¿qué tienen estos medicamentos en común?
Son los llamados anorexígenos que se utilizan para personas con obesidad que se someten a un régimen de ejercicio y alimentación, que ayudan a controlar la ansiedad, disminuir el apetito y así obtener resultados más rápidos. Atención con lo que escribí, están sometidas a un régimen y tienen un IMC mayor a 30, pero la costumbre es tener 5 ó 10 kilos de más y buscar resultados con estos medicamentos.
¿Qué producen? Estos medicamentos pertenecen a la familia de las anfetaminas (la droga conocida como cristal y su base es la anfetamina); hasta aquí ya vamos relacionando el tema, si eres una persona con baja autoestima y cargas con una depresión que no has descubierto (porque la depresión no sólo es llorar todo el día) y comienzas a tomar estos medicamentos sin cumplir con los requisitos necesarios para su prescripción, existe una posibilidad mayor de desarrollar una adicción.
Debes saber que estos medicamentos se toman por un tiempo corto, unas seis semanas indicadas como máximo, pero como es probable que no habrá disciplina y constancia, entonces puedes correr el riesgo de volver a saciar ese vacío con alimentos no saludables (como el azúcar y las grasas saturadas que generan también una sensación de placer similar a una droga, por eso el comer compulsivamente se considera una adicción) y por consiguiente querrás volver a conseguir ese medicamento que te funcionó, pero tu cuerpo ira creando resistencia cada vez más y podrás consumir más.
Incluso, tu misma mente querrá hacer un tiempo mayor del recomendado para su uso, y de esta forma se entrará a un círculo vicioso mayor; gran parte de la adicción al cristal de las mujeres está relacionado a la necesidad de bajar de peso y a la baja autoestima. Si te sientes identificada con alguno de estos ejemplos busca ayuda profesional, estás a tiempo y así evitar desarrollar una adicción