Adicciones como trastorno mental y su estigma

El estigma es la consecuencia de los prejuicios y daña a la persona afectando su dignidad y sus derechos.

Las personas con problemas de consumo de sustancias (adicciones) reciben estereotipos y prejuicios sociales derivados de ideas equivocadas sobre la patología mental y adictiva.

Esto genera una severa crítica y rechazo de quienes, con aval del modelo moral, desprecian la patología adictiva, les hace considerarlos como “ viciosos”.

El prejuicio lleva a la acción, y ésta al estigma, la cual conduce a la acción (discriminación). Discriminar es hacer distinciones perjudiciales a personas diferentes a uno (raza, color, enfermedad, etcétera).

La definición de la conducta adictiva como trastorno mental no ha tenido un reconocimiento científico hasta hace poco tiempo.

Es por ello de suma importancia el conocimiento de este trastorno como un proceso de alteraciones neurobiológicas que generan la conducta impulsiva de la adicción.

La investigación en neurociencias, y así lo reconoce el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos (National Institute of Mental Health, NIMH), ha establecido que todo mal mental es una enfermedad cerebral (Insel, 2009).

El Instituto Nacional de Abuso de Drogas (National Institute on Drug Abuse, NIDA) ha indicado que toda adicción es “sin lugar a dudas una enfermedad cerebral y ha desechado para siempre que se trate de un fallo voluntario del carácter” (Baler y Volkow, 2011). ¿Qué es la drogadicción?

La adicción se define como un trastorno crónico y recurrente caracterizado por la búsqueda y el consumo compulsivo de la droga a pesar de sus consecuencias negativas. Se la considera un trastorno cerebral porque genera cambios funcionales en los circuitos del cerebro que participan en la recompensa, el estrés y el autocontrol.

Esos cambios pueden durar mucho tiempo después de que la persona deja de consumir drogas.

En la etiología de las adicciones, como en otros trastornos mentales, intervienen factores genéticos, biológicos, psicológicos y medioambientales; son enfermedades que cuando se desarrollan se encuentran dentro de la nosología de la salud mental, y en proporción mayoritaria asociadas a otros trastornos psiquiátricos.

La adicción es muy similar a otras enfermedades, como por ejemplo enfermedad cardiaca, diabetes mellitus, hipertensión arterial.

Tanto la enfermedad adictiva como estas enfermedades perturban el funcionamiento normal y sano de un órgano del cuerpo, tienen graves efectos perjudiciales para la salud y son, en muchos casos, prevenibles y tratables.

Sin tratamiento pueden durar toda la vida y causar la muerte.

Por lo tanto es de suma importancia reconocer esta problemática como un trastorno condicionado por alteraciones del funcionamiento normal, y así mismo considerar buscar ayuda profesional oportuna.

El estigma es la consecuencia de los prejuicios y daña a la persona afectando su dignidad y sus derechos. Sartorius N. ( 2003) Ensenanaza.nava@outlook. com

 

JOAQUÍN RUIZ