2020, Año de Calamidades: 2021, Año de oportunidades

El autor es L.R.I., profesionista independiente, analista político, consultor en MKT y especialista en asunto migratorios. 

No cabe duda que el año que acaba de terminar, fue un año fuera de lo común en cuánto a lo difícil y complicado por el brote del Covid-19 que puso de cabeza a la humanidad entera, mostrando no sólo la fragilidad humana en varios aspectos sino lo endeble de los sistemas de salud en diversos sentidos en todos los países.

Claramente será un parteaguas en los anales de la historia humana, un referente claro de un antes y un después de la pandemia que aún estamos atravesando sin avizorarse todavía el final de ésta.

No quisiera hablar de cifras y demás cosas de esto, de sobra nos han bombardeado ya con ello durante meses y que no solo nos han mermado nuestra salud anímica y mental por las defunciones, confusión y opiniones opuestas y demás yerros que han imperado en las autoridades. Y ni que decir del golpe devastador dado a las diversas economías a nivel mundial y a la readaptación a nuevos estilos de vida: familiar, laboral, social, etc. que aún no terminan por cuajar ni adaptarnos a ella.

Desayunábamos, comíamos y cenábamos diario con noticias coronavirezcas como si no  hubiese habido o sucedido algo más en el mundo. La pandemia eclipsó mediáticamente todo, así como el quehacer gubernamental. Sin dejar de lado la elección presidencial en los E.U.A. que vino a aderezar la ensalada mediática.

Opacó muchas otras cosas que merecían también saberse y prestárseles la atención debida, sin embargo, se hicieron de lado, pero algunas pueden acrecentarse a tal grado que termine por colapsar a más de algún país.

Entre otras cosas: hubo una gran movilización humana al migrar por diversas razones a otros países, generando más problemas en los países receptores así como las defunciones habidas en el intento; en Venezuela reapareció con fuerza la malaria, rondando los 500 mil casos de enfermos y más de un millón de pruebas aplicadas; las lluvias torrenciales caídas en verano en Sudán del sur, dejaron a más de 800 mil personas sin casa ni alimentos; los rohingyas (comunidad musulmana perseguida desde hace 50 años) aún siguen sin reconocérseles sus derechos ciudadanos ni estatus legal alguno, permanecen como sardinas, ya casi un millón de ellos en 26kilómetros cuadrados en el campo Cox´s en la frontera con Bangladesh y la explosión en Beirut, Líbano que dejó 6 mil muertos y a mas de 300 mil personas sin hogar; por citar algunas.

No obstante ,la experiencia ya vivida en el 2020 nos ha de servir para reinventarnos en este 2021 y hacer una retrospección en nuestras vidas, de tal modo que descubramos cuáles son los aprendizajes que nos ha dejado, sobre los cuales hemos de definir nuestras estrategias a seguir para sortear de una mejor manera este año que ha iniciado, así como para poder lograr nuestros propósitos deseados.

Les mando una cordial felicitación aún navideña, así como mis mejores deseos para que este año que ha iniciado, les sea mucho mejor que el anterior y, por favor, cuídenseme mucho, no bajen la guardia, sigan las normas de salud y extremen precauciones.  Dios les cuide y llene de bendiciones.

El autor es L.R.I., profesionista independiente, analista político, consultor en MKT y especialista en asunto migratorios.

julioibarrola@hotmail.com

Red social: Julio Ibarrola Suárez