2020: Aliens, Virus, Arjona, Guerras... ¿oportunidad?
El autor escritor, capacitador, networker, Conferencista y Life Coach en SB3.
Durante la primera mitad del año han sucedido muchos acontecimientos preocupantes: amenazas de guerra, lunas que forman la cara de Lucifer, avistamiento de Ovnis, confesión de la NASA de la existencia de extraterrestres, incendios, inundaciones, terremotos, abejorros asesinos, pandemia, brote de otros virus más letales que el coronavirus, caída en el precio del petróleo, caída del peso, y hasta rumores de un nuevo disco de Arjona (este último es broma, de hecho a mí sí me gusta como canta).
Y hay personas que predicen que la segunda mitad del 2020 será peor.
Así que si tus planes para este 2020 se han visto truncados, no te sientas culpable, es culpa del “año perdido”.
El detalle es que a mí, no se a ti, me hace sentido la frase "mal de muchos, consuelo de... bobos", por lo que no me hace sentir bien en absoluto el echarle la culpa al año.
Y ojo que lo que estoy a punto de decir puede sonar delicado, así que antes aclaro que hay excepciones.
Si has perdido a algún familiar a causa del Covid-19, o si perdiste tu fuente de ingresos, o alguna situación extraordinaria drástica, espero que lo que diré a continuación lo tomes de la mejor manera posible.
En este caso escribo generalizando.
Así que seamos realistas, aunque no hubiera pandemia, el 2020 no sería perfecto, también tendría dificultades que nos harían sentir frustración, tristeza, impotencia, ganas de tirar la toalla, ¿o acaso nunca tuviste esos sentimientos en años anteriores?
La vida nunca ha sido de color rosa, pero ante situaciones más drásticas, valoramos lo que teníamos.
Lo positivo es que también aplica a la inversa, a pesar de que este año ha tenido muchas cosas negativas, también ha tenido muchas positivas.
Dice mi tocayo Jim Rohn que la vida siempre ha sido, es y será una combinación de oportunidades y dificultades.
Algunas veces habrá más oportunidades y otras habrá más dificultades.
Por lo que si estás deseando que este año termine, las oportunidades y las dificultades también estarán presentes en los años venideros.
Así que no entres en el juego de los “por qué”.
Como comenté en alguna de mis notas anteriores, las cosas no pasan por algo, simplemente pasan.
Pero si te aferras a preguntarte “por qué pasan las cosas”, difícilmente podrás encontrar una respuesta que te consuele.
De hecho lo más seguro es que sólo consigas respuestas que te estanquen.
Mejor cambiemos la pregunta “por qué” por “para qué”, la segunda pregunta abrirá la puerta a posibilidades que te ayuden a crecer como persona.
Citando nuevamente a mi tocayo: “no desees que sea más fácil, desea ser mejor tú; no desees menos problemas, desea más habilidades”.
Y las mejores oportunidades para ser mejores y para desarrollar habilidades son, precisamente, las dificultades.
El autor escritor, capacitador, networker, Conferencista y Life Coach en SB3.
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