Tras recorrer el país con la Virgen en su espalda, David ya viaja a casa

El hombre de 43 años se ha hecho conocido por su peregrinaje en bicicleta desde Isla Aguada hasta La Paz, y luego de lograr su cometido, pasó por Hermosillo en su camino de regreso a casa.
David cumple una manda con la Virgen de Guadalupe. (Foto: Cortesía/EXPRESO)

En agradecimiento a la Virgen de Guadalupe, David González, originario de Isla Aguada, Campeche, ha recorrido prácticamente todo el país para cumplir con una promesa.

El hombre de 43 años ha peregrinado desde el 15 de mayo con su bicicleta, transporte en el que llegó hasta La Paz, Baja California Sur, y ahora emprende su camino de regreso hasta Campeche con una imagen de la Virgen a cuestas.

"Por todo, por sacarme del alcoholismo, de la drogadicción, pedí por mi familia, mis hijos, por mi negocio", compartió David en su paso por Hermosillo.

Una lucha constante

A lo largo de su travesía enfrentó condiciones climáticas desafiantes, especialmente el ardiente calor en algunas regiones de Sonora, San Luis Potosí, así como Baja California y Baja California Sur. 

"Para soportar el calor tenía que ir mojando la camisa para que mi cuerpo se fuera refrescando un poco, desde que entré a Navojoa, el calor se volvió más seco y fuerte", explicó.

A pesar de las dificultades, su devoción y determinación lo llevaron a seguir adelante.

En el camino de regreso, se encontró con otros dos peregrinos provenientes de Quintana Roo, los cuales se enteraron el uno del otro por medio de redes sociales, desde entonces se encuentran juntos y pretenden hacer una parada para visitar la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México. 

"Una manda es un sacrificio físico, económico y psicológico. Siento que para pagar una manda te debe pasar de todo, porque así lo pasó nuestro señor Jesucristo", reflexionó. 

A pesar de los desafíos, David señaló que el apoyo de las personas a lo largo de su viaje, ha sido una motivación.

A lo largo de su viaje, en cada ciudad por la que pasaba, los habitantes le brindaron refugio, alimentos y palabras de aliento. 

"Los he venido siguiendo desde hace pueblos atrás, pero no los había encontrado. Es una bendición y algo que pocos hacemos, la creencia en la fe. Yo también tengo muchas cosas que agradecerle, mi salud más que nada, tuve un infarto en 2001 y desde entonces he batallado, la fe es la medicina más grande que tenemos nosotros los mexicanos”, compartió Alejandro Bustamante, un hermosillense que se acercó a David en su camino.

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Aún le resta camino

David espera concluir su peregrinaje y regresar a su ciudad natal el 11 de diciembre a las 11:30 de la noche.

"Llegamos a la misa y a cantar las mañanitas a la Virgen de Guadalupe. Al día siguiente, hacemos un recorrido por todo el pueblo. Detrás de la Virgen que sacan de la capilla vamos todos los peregrinos. Cuando termina el recorrido, cada uno se va a su casa, y luego hacemos un rezo”, explicó.

A pesar de las críticas y el temor al qué dirán, el hombre lleva adelante su peregrinaje con orgullo y convicción. Él considera que su sacrificio es una expresión de amor hacia la Virgen de Guadalupe y un testimonio de su fe inquebrantable.

"No me da vergüenza ni me da miedo. Vengo con fe, con convicción, con ánimo", concluyó.