Este síntoma puede alertar padecimiento de parkinson 20 años antes

Además de los síntomas motores que comúnmente se conocen, se hallan otros síntomas no motores que también se relacionan con la enfermedad.

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta el sistema nervioso, y sus síntomas suelen manifestarse de manera gradual. Uno de los primeros signos que pueden indicar la presencia de esta enfermedad es un temblor apenas perceptible en una sola mano. Este temblor, aunque leve al principio, puede volverse más evidente a medida que avanza la enfermedad, y es uno de los síntomas más característicos del Parkinson.

Además del temblor, otros síntomas motores incluyen rigidez muscular, disminución del movimiento y una expresión facial leve o nula. Los pacientes también pueden experimentar dificultades para caminar, con brazos que no se balancean con normalidad, y problemas de habla, que pueden volverse suaves o incomprensibles. Estos síntomas tienden a empeorar con el tiempo a medida que la enfermedad progresa.

Sin embargo, en los últimos años, se ha prestado más atención a los síntomas no motores del Parkinson, que pueden aparecer antes de los síntomas motores más conocidos. Entre estos síntomas se incluyen la constipación o estreñimiento, la depresión y los trastornos del sueño, como el insomnio y los cambios en el sueño REM.

Alteración en el olfato

Un síntoma no motor que ha cobrado especial importancia es la alteración del sentido del olfato, según detallaron desde la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires (Aocba). Se ha descubierto que los trastornos del olfato, como la hiposmia, pueden preceder hasta 20 años a la aparición de los síntomas motores del Parkinson. Esto significa que el estudio del olfato puede proporcionar una herramienta importante para el diagnóstico precoz de la enfermedad y permitir que los pacientes reciban tratamiento adecuado para mejorar su calidad de vida.

La olfatometría, que es el estudio del sentido del olfato, se ha vuelto cada vez más relevante en el diagnóstico temprano del Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas. A través de este estudio, los médicos pueden identificar alteraciones olfatorias que pueden ser indicativas de la presencia de la enfermedad, incluso antes de que aparezcan otros síntomas más evidentes.