Hornean pizza sobre lava de un volcán en Guatemala

Un extenso río de lava ardiente que brota del furioso volcán Pacaya, ubicado al sur de Guatemala, se ha convertido en el principal aliado de David García, pues lo utiliza como horno para las pizzas que prepara y que lo han vuelto viral. 

Un extenso río de lava ardiente que brota del furioso volcán Pacaya, ubicado al sur de Guatemala, se ha convertido en el principal aliado de David García, pues lo utiliza como horno para las pizzas que prepara y que lo han vuelto viral.

Pizza Pacaya es el negocio de García, un contador de 34 años, que se ha convertido en un imán para los turistas que escalan uno de los tres volcanes activos del país centroamericano.

(Photo by Johan ORDONEZ / AFP)

Protegido de pies a cabeza para evitar quemaduras, el emprendedor -que viste botas estilo militar- acomoda la pizza en la lava.

"Ya está lista, solo que se derrita más el queso", anuncia este chef unos diez minutos después a sus comensales.

"Muchas personas en la actualidad vienen a disfrutar de la experiencia de comer una pizza hecha a base de calor volcánico", señala García sobre la zona rocosa que conduce al cráter del volcán, y que con el tiempo convirtió en su lugar de trabajo.

Aunque la idea le surgió en 2013, fue hace tres años que este emprendedor empezó a hornear pizzas usando la actividad del volcán como fuente de calor.

"Los primeros días no mucho se vendía", recuerda, aunque ahora la suerte le cambió tras estallar su fama en las redes sociales.

Al inicio, David horneaba en pequeñas cavernas que encontraba en las piedras, pero en las últimas semanas pasó a cocinar en la lava en movimiento al abrirse una nueva grieta del volcán por la fuerte actividad eruptiva que mantiene la montaña desde febrero.

El Pacaya, de 2 mil 552 metros de altura y situado unos 25 km al sur de Ciudad de Guatemala, mantiene en alerta a las autoridades y pobladores de aldeas cercanas por las explosiones, la lluvia de ceniza y los ríos de lava, algunos de los cuales han llegado cerca de lugares habitados.

Vecinos incluso recorren regularmente los campos de rocas elevando plegarias para apaciguar la violencia del volcán.