Músicos callejeros también llenaron las calles de alegría en este FAOT

ÁLAMOS, SON.- La más reciente edición del Festival Alfonso Ortiz Tirado no solo ha fungido como una plataforma para las agrupaciones emergentes de géneros musicales menos populares, sino también para el encuentro de músicos callejeros que hacen del viaje un destino de vida.

A lo largo de las jornadas del FAOT 2022, los visitantes al pueblo de Álamos pudieron apreciar la música de artistas callejeros que cruzaron por la ciudad de los portales y decidieron quedarse para atestiguar de primera mano lo que el Festival tenía por ofrecer, aprovechando sus talentos en los instrumentos para generar ingresos y poder continuar sus caminos.

Ismael es un músico originario de Ciudad Juárez que está recorriendo el noroeste del país luego de renunciar a su trabajo, encontrando en Álamos a personas con las que conectó en lo espiritual y en lo musical, y armando a la par un ensamble de música que denominaron tecno expiremental.

A través del didyeridú, instrumento de viento tradicional de los pueblos aborígenes australianos y cuyas primeras fabricaciones datan de hace dos mil años, y una batería improvisada con artículos como botes y cubetas de plástico, los músicos tomaron el Callejón del Beso para ofrecer un espectáculo único a a la población local y foránea.

"Esto fue improvisado, llegué a Álamos el pasado domingo (enero 23), y conocí a estos dos", comentó Ismael tras finalizar su interpretación. Por su parte, el músico conocido como El Shore, llegó a Álamos desde Ciudad Obregón, y tiene dos años tocando el didyeridú, instrumento que adquirió en Ciudad de México a través de un amigo suyo.

Por espacio de una hora, los músicos callejeros impresionaron a propios y extraños que gustosos compartían con ellos monedas y billetes, aunque a decir de los mismos músicos "lo más importante es conocer a gente como ellos en el camino y tener la oportunidad de seguir haciendo lo que te gusta y poder compartirlo".