Año con año acuden a limpiar tumbas y dejar flores a los que no tienen quien los visite

Un grupo de norteamericanos acudieron al panteón San Fernando a limpiar y dejar flores en las tumbas de los extranjeros que están sepultados en el lugar y no tienen familiares ni amigos que los visiten.

GUAYMAS, SON.- Como lo han hecho desde hace siete años, un grupo de norteamericanos acudieron al panteón San Fernando a limpiar y dejar flores en las tumbas de los extranjeros que están sepultados en el lugar y no tienen familiares ni amigos que los visiten.

Con cubetas, rastrillos, palas y escobas, llegaron Katy y Ron Dewitz y Guillaumin y Diane Perry, quienes residen en San Carlos en las temporadas de otoño e invierno y cada Día de Muertos deciden “Ser familia por un día” de los difuntos que hace años fueron olvidados en este puerto.

“Son entre 12 y 15 tumbas las que limpiamos, son de franceses, americanos, chinos, alemanes, hay un inglés, de muchos países, esto que hacemos es bueno para todos, es un ganar ganar”, dijeron.

El señor Ron Dewitz explicó que él es “pájaro de la nieve”, tiene su residencia en el estado de Colorado y pasa la temporada de frío en este país, y desconcertado, miraba hacia una tumba donde según él, el año pasado había un cerco de metal, por lo que supone que fue robado.

“Los robos no es un problema de México nada más, en todo el mundo la gente está robando cada vez más por las drogas, esta tumba que estamos limpiando ahorita está muy sólida y sin metal, y hay algunas así, esas no se las pueden llevar”, detalló.

Antes de que se construyera el cementerio Héroes Civiles en el sector Guaymas Norte en el año 1985, y que se masificara la costumbre de cremar a los difuntos, San Fernando, también conocido como “el panteón de la calle 10”, fue el lugar donde sepultaban a los guaymenses, pero también hubo foráneos que por las dificultades que implicaba el traslado de los cuerpos a sus países de origen, o la posterior muerte de sus descendientes (cuando los había), quedaron enterrados en Guaymas, y sus tumbas, para la mayoría, son curiosidades con apellidos extranjeros, pero no es así para este grupo de norteamericanos, que a pesar de no saber quiénes fueron esas personas, van a visitarlos cada 2 de noviembre, el día que México honra la memoria de los difuntos.