Julia combina los dos roles más importantes de su vida: ser madre y policía

NOGALES, SON.- El ser madre de cinco y desempeñarse como Comandante de Seguridad Pública Municipal en una frontera como Nogales, no ha sido nada fácil para la oficial Julia Guadalupe Ochoa Zavala.

Sin embargo, el empuje de sus hijos ha sido determinante para que la actual encargada de la Comandancia de la Policía Turística, pueda convertirse en una de las elementos con mayor preparación académica y profesional dentro de la corporación.

“Coca” Julia es la orgullosa mamá de Luis Fernando, quien tiene 26 años de edad, así como de Luis Arturo de 23, Josué, de 22 y otros dos menores más, de 17 y doce años.

Es el ejemplo de estas cinco personas, quienes a pesar de sufrir la falta de tiempo al lado de su madre, el ver cómo se ha superado en el plano profesional, sin descuidarlos, les da más paciencia y fortaleza para aprovechar el ejemplo que les da su progenitora.

La oficial de policía empezó su carrera en el año 1993 como auxiliar y a los tres años causó alta como oficial preventivo y desde entonces empezó su preparación.

Primero con una carrera en el Instituto Superior de Seguridad Pública del Estado (Isspe) como “Técnico Policía” y posteriormente llevó a cabo su Licenciatura en Derecho.

Posteriormente agregó a su currículum una Maestría en Constitucionalismo y Amparo, mientras que actualmente cursa una licenciatura en Criminología.

Alcanzó su primer logro profesional dentro de la corporación en el año 2012, cuando por primera vez se ganó la titularidad en la Comandancia Turística y posteriormente la retomo en el periodo del 2018 hasta este 2021.

“Aquí tenemos un poco más de responsabilidad, derivado que existe un grupo que viene atrás de nosotros y sin ese grupo no podemos ser buenos líderes”, expresó.

Ese reto, es aún más grande en el sector turístico, puesto que además de servirle a la comunidad nogalense, deben atender a otros grupos como visitantes y turistas extranjeros, personas en situación de calle y migrantes, entre otros.

“En mi casa y gracias a Dios, mis hijos siempre han sido un respaldo para mí, más en la actualidad, ya que sin ellos no sería la persona y quien se está desempeñando ahorita esta función”, dijo.

Para Julia el papel de policía no es nada fácil, es una profesión de mucho riesgo, una labor cansada y estresante, demandante en muchos sentidos, sobre todo porque las mujeres madres deben dejar a sus hijos en casa gran parte del día.

“Ellos se quedan con la abuela o con algún hermano, para nosotros poder salir adelante. No conjugo mucho lo que viene siendo el rol de madre, porque a ellos les tengo que dedicar tiempo de calidad, ya que ahorita en lo laboral, me consume mucho mi trabajo”, asegura.

La comandante Ochoa se reporta desde temprana hora a sus funciones. Desde las 8:00 de la mañana ya se desempeña como policía, tiene un corto horario para comer y es cuando aprovecha para pasar el poco tiempo libre del día con sus hijos.

Después regresa a laborar y sale del turno hasta casi la media noche, por lo que trata por lo menos de mantenerse en constante comunicación con sus hijos y familiares, cuando no se puede de manera presencial.

“Ellos (sus hijos) ya me dicen que me traiga las cosas a la Delegación, porque ya no me miran, ese es el reclamo que me hacen”, agregó en tono de broma.

“Ellos me apoyan mucho, desde siempre, tanto en casa como en las labores cotidianas en mi trabajo, sobretodo porque estoy estudiando la maestría y ellos me impulsan más para que siga adelante”, comentó.

De ver la perseverancia y entrega de su madre, uno de sus hijos, el más grande, Luis Fernando, ha desarrollado interés por ingresar a las filas de la corporación y seguir los pasos de su mamá, de servir y proteger a su comunidad.

La Comandante de la Policía Turística está divorciada desde hace varios años y junto a sus familiares, ha podido sacar adelante a sus cinco hijos.

Julia Guadalupe ha sufrido bastante y sacrificado mucho para poder combinar su papel de madre y de policía a la vez, por ello su mejor recomendación a otras féminas que laboran en instituciones de seguridad pública, es el de tratar de salir adelante e inculcarles a los hijos el buen camino de la rectitud, con su ejemplo profesional.

“Para que sean unas personas de bien, que ellos también quienes pongan un granito de arena para que ya no haya tanto desorden, que los niños y jóvenes nos ayuden a implementar mejores conductas desde casa, para prevenir más crimen y violencia”, expresó.