"México es un lugar peligroso para las mujeres"; piden activar la Alerta de Género en Sonora

Desde el mes de junio de 2019, varias colectivas feministas de Sonora hicieron la petición ante la Secretaría de Gobernación para la activación de la Alerta de Género.

HERMOSILLO, SON.- Para que la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres funcione en Sonora, el servidor o la servidora pública necesita dejar de anteponer su propio criterio personal por encima de la ley, informó Sofia Adame, abogada y miembro de la Asociación Civil Jurídicas Feministas.

Desde el mes de junio de 2019, varias colectivas feministas de Sonora hicieron la petición ante la Secretaría de Gobernación para la activación de la Alerta de Género, sin embargo no se ha concretado.

La Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres es un conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida, y la existencia de agravios comparados que impidan el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres y de las niñas.

Desgraciadamente para el país no somos prioridad, ni las mujeres ni las niñas. Todo México es un lugar peligroso para las mujeres”, indicó Adame.

Los municipios en Sonora que más registran violencia contra las mujeres, ya sea por desaparecidas y feminicidios, son Cajeme, San Luis Río Colorado y Nogales.

La Alerta de Género está establecida en el artículo 25, en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia.

Adame consideró que uno de los grandes avances para las mujeres, es que en el campo de la violencia digital, ya existe la Ley Olimpia nacional, que las protege si son víctimas de delitos cibernéticos.

Hay leyes que se tienen que modificar; a mi me causa mucho ruido por ejemplo, que cuando una mujer sufre de violencia familiar, que aunque el padre sea violentador, éste conviva con los hijos. Toda la familia en estos casos, es la que sufre la violencia, y se da de forma tanto psicológica como física”, expuso.

Señaló la abogada que las leyes obligan a los hijos a estar viviendo con el violentador, solo porque es su papá, siendo que la violencia influye en toda la familia.