Sube el Covid pero también los que no hacen caso

“Cajeme, nuestra casa, pasa de nuevo a amarillo en el semáforo epidemiológico de Covid-19. No debemos bajar la guardia ni relajar las medidas".

CIUDAD OBREGÓN, SON.- A pesar que el pasado sábado nuevamente Cajeme cambió de naranja a amarillo en el semáforo epidemiológico del Mapa Sonora Anticipa, la movilidad de los cajemenses sigue siendo notoria en lugares públicos como el Deportivo y la Laguna del Náinari que este fin de semana lucieron llenos.

El alcalde municipal, Sergio Pablo Mariscal Alvarado, compartió en sus redes sociales la noticia que recién acababa de dar la Secretaría de Salud estatal tras lanzar el mapa actualizado para la semana del 26 de abril al 2 de mayo, que coloca a Cajeme en riesgo medio, luego de una semana en riesgo alto.

Cajeme, nuestra casa, pasa de nuevo a amarillo en el semáforo epidemiológico de Covid-19. No debemos bajar la guardia ni relajar las medidas que nos han permitido avanzar positivamente en la contención de esta pandemia. Cerremos filas y hagamos equipo para no perder lo ganado”, compartió en redes sociales.

Sin embargo y pese a los esfuerzos del Gabinete Covid Municipal, que en días pasados acordó nuevas medidas de prevención, durante este fin de semana, la movilidad de los cajemenses quedó evidenciada por los grandes tumultos de personas que se aglomeraron en las instalaciones del Deportivo Náinari 2000, donde se realizan distintos torneos deportivos de slowpitch, beisbol, basketbol y futbol.

Fueron los mismos usuarios de redes sociales que denunciaron la basta cantidad de personas que se dieron cita también en una de las zonas turísticas mas reconocidas de Ciudad Obregón tal y como lo es la Laguna del Náinari.

Al respecto, el director de Salud Municipal declaró que la clave para que los contagios en el municipio se disminuyeran era respetar la sana distancia y no convivir de cerca ni en lugares aglomerados, sin embargo, la recomendación parece no haber surtido efectos en la ciudadanía.

“Vale la pena ser repetitivos, vale la pena redundar. La clave es la sana distancia, la no aglomeración de personas y un uso correcto y responsable del cubrebocas, uso de gel en base de alcohol 70 grados, lavarse las manos continuamente. De qué sirve vacunar a los adultos mayores si los jóvenes no dejan de salir de una manera irresponsable; no dejan de convivir y van a sus casas y los abuelitos los más vulnerables son los que pagan los platos rotos”, finalizó.