"Que dolor tan grande pero te vas a descansar con Dios": despiden a Andrea en Guaymas

Con la música favorita de Andrea Carolina y globos blancos, sus compañeros de trabajo del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) número 40, la despidieron.

GUAYMAS, SON.- Con la música favorita de Andrea Carolina y globos blancos, sus compañeros de trabajo del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) número 40, la despidieron y se hizo un último pase de lista la mañana de este martes.

En un ambiente triste, Carlos Barrón, director del plantel, dirigió unas palabras a Andrea, que laboró en ese lugar los últimos años de su vida: “Nos vamos a despedir de ti Andrea y quedarnos con los mejores recuerdos, especialmente aquellos que la definían como una chica sencilla, alegre, y con tremenda energía cargada de la vibra mas positiva que contagiaba hasta el más serio en los momentos más difíciles”, dijo.

Como se informó en semanas pasadas, Andrea Carolina desapareció el 18 de marzo cuando fue a casa de su novio Heriberto en la colonia Centro, y durante una semana, su familia realizó marchas por la avenida Serdán para exigir justicia y celeridad en la investigación, hasta que el viernes 2 de abril capturaron a su asesino y el domingo 4 extrajeron los restos enterrados y calcinados a un costado de la carretera del Libramiento San Judas.

El director del CBTIS señaló que la pérdida resulta dolorosa, irreparable y les causó un tremendo daño a los compañeros, a la familia, a los amigos, al plantel, pero sobre todo a la sociedad.

Antes de partir a la iglesia San Fernando donde se celebró una misa luctuosa, Don Andrés Osuna, papá de Andrea, se encontraba llorando sin consuelo y abrazando el féretro blanco con los restos de su hija.

“Que dolor tan grande, te me vas a ir a descansar con Dios, siempre estaré contigo, no quisiera nunca dejarte, pero tengo que dejarte, tengo que dejarla porque tiene que volar, como un ángel que es mi hija en el cielo, una estrella más, Dios mío, cuídamela mucho, gracias”, exclamaba entre llanto.

La ceremonia religiosa terminó después del mediodía y partieron rumbo a la casa donde vivía Andrea, en la calle diagonal Yáñez, para tener ahí el féretro antes de mandarla cremar.