La arboleda de San Pedro es el "plan b" de los cajemenses para vacacionar

Luego de las restricciones para ingresar a playas, paseos y balnearios, durante el primer día de Semana Santa, algunos cajemenses prefirieron visitar lugares del Valle del Yaqui como la arboleda de San Pedro.

CIUDAD OBREGÓN, SON.- Luego de las restricciones para ingresar a playas, paseos y balnearios, durante el primer día de Semana Santa, algunos cajemenses prefirieron visitar lugares del Valle del Yaqui como la arboleda de San Pedro por la poca afluencia de personas en el lugar y la cercanía que tiene al casco urbano de Ciudad Obregón.

De esta forma, los visitantes dijeron sentirse más seguros de pasar una tarde agradable sin la preocupación de estar en un lugar donde las personas tienden a aglomerarse como por ejemplo en los paseos turísticos ubicados a los alrededores de la Presa El Oviachic y los balnearios de Hornos.

Foto: Alejandra Cuen

Además, por ser zonas cercanas a la ciudad no necesitan recorrer grandes distancias para disfrutar de los bellos paisajes que arroja el corazón del Valle del Yaqui, como lo es la arboleda de San Pedro, perteneciente al Ejido Francisco Javier Mina, que la tarde del jueves recibió a cientos de visitantes.

En el lugar, familias enteras disfrutaron de la estampa campirana que regalan los diferentes sembradíos de maíz y huertas de naranjas que hay a los alrededores, así como de la gran sombra que se forma del conjunto de Ceibas que hay en el lugar y que es el principal atractivo.

La familia Figueroa López, vecinos de la colonia Casa Blanca, decidieron no viajar en vacaciones de Semana Santa tal y como lo hicieron el año pasado, con la finalidad de no contagiarse de Covid, sin embargo, optaron por visitar San Pedro por la cercanía de este a su domicilio.

En carro queda como a cinco minutos de la casa. Es un lugar tranquilo para estar en familia y como es un terreno muy amplio aprovechamos para traer la cuatrimoto y nos paseamos por los alrededores”, agregó Juan Carlos, padre de familia.

Durante el primer día de Semana Santa el lugar lució a la mitad de su capacidad y a pesar de que no hay vigilancia que se encargue de cerrar, los visitantes se retiraron una vez que cayó el sol.