Madre de mujer sonorense asesinada por su esposo lucha por custodia de nieta

Mabel Martínez Reyna y su hija Valeria, piden protección a las autoridades mexicanas, se sienten vulnerables, pues se encuentran en la misma ciudad donde Rocío fue ferozmente atacada por su esposo Luberto Fernández Rodríguez.

HERMOSILLO, SON.- La madre de Rocío Ramos Martínez, la mujer sonorense que el primer día del año fue brutalmente golpeada por su esposo en un refugio de Yakima, Washington, y que días después falleció en un hospital, pide al gobierno mexicano ayuda para obtener la custodia de su nieta de dos años de edad.

Mabel Martínez Reyna y su hija Valeria, piden protección a las autoridades mexicanas, se sienten vulnerables, pues se encuentran en la misma ciudad donde Rocío fue ferozmente atacada por su esposo Luberto Fernández Rodríguez.

Madre e hija han viajado desde Ciudad Obregón, Sonora, hasta Washington para obtener por la vía legal, la custodia de la menor que presenció la cruel embestida en contra de su madre de 30 años de edad, pero no entienden el idioma y no tienen traductor.

La Secretaría Relaciones Exteriores (SRE) les ha apoyado con los trámites de pasaporte, visa humanitaria y la recuperación del cuerpo de Rocío, pero requieren de respaldo para la lucha legal que han emprendido, de la cual debido a las circunstancias tienen temor de que algo pueda sucederles.

Valeria Ramos Martínez dijo a EL UNIVERSAL que tienen miedo de que algo pueda sucederle a Emma, su sobrina, ya que la custodia aunque está a cargo del Estado, permanece en el domicilio de una hermana del feminicida.

La pesadilla de Rocío

Desde marzo del 2020, Rocío había presentado ante la Corte Superior del condado de Yakima una petición de orden de protección contra su esposo que la tenía amenazada con hacerle año y suicidarse.

Tras un año y medio de separada de su agresor, al empezar este año 2021, se encontraba dentro de su vehículo en YWCA en Yakima, un refugio de protección contra la violencia doméstica, cuando llegó su esposo Luberto y se subió a la fuerza al auto.

A pocos metros, en 110 S. Ninth Ave. la sacó de la unidad, y la agredió con ferocidad. Frente a su hija, el hombre la hirió con un cuchillo dos veces en la cabeza y una más en el rostro, le piso la cara, la golpeó hasta dejarla inconsciente para luego con su camioneta pasar varias veces por encima de ella.

Fernández, al huir del lugar, tomó a la pequeña Emma y la dejó con su familia, mientras Rocío fue llevada al Harborview Medical Center debido a las heridas que sufrió.

Ese día, más tarde, se estrelló contra una camioneta en la autopista US 97. El conductor del otro automóvil, Alfred Anaya, de 67 años de edad murió y su acompañante,

Esperanza Anaya, de 65 años de edad, fue llevada a Yakima Valley Memorial Hospital. Luberto no pudo huir porque también resultó herido en el accidente y fue trasladado a un hospital.

Rocío estuvo en coma durante varios días y el 8 de enero fue desconectada; su atacante tras recuperarse fue a parar a prisión. Ahora la familia que ha dejado todo en Ciudad Obregón para conseguir la patria potestad de Emma, pide protección y apoyo del gobierno mexicano, también de alguna fundación o abogado especialista en temas de custodia.

Se solicitó apoyo de la ciudadanía, a través de la página https://gofund.me/bf4f2e55