Pablo Aldaco lanza su quinto disco "Hombre del paraíso"

Para el cantautor Pablo Aldaco, a pocas semanas de lanzar su quinto disco, confirma que una buena pieza musical debe contar una historia capaz de generar un requiebro en quienes lo escuchan.

GUAYMAS, SON.- Para el cantautor Pablo Aldaco, el oficio de hacer canciones es transmitir la conmoción de la belleza, y a pocas semanas de lanzar su quinto disco, aún confirma que una buena pieza musical debe contar una historia capaz de generar un requiebro en quienes lo escuchan.

Desde niño estuvo familiarizado con la palabra escrita, pues en su familia se leía poesía, escuchaban trova y rock, y aunque el considera que hay piezas instrumentales que sin letra son maravillosas, en su caso particular le gusta que la tengan, como en la lírica de Joaquín Sabina, su principal referente.

“Me gusta hablar de los cuatro elementos, el aire, el fuego, la tierra, el agua, y claro, me gusta hablar del desamor que es algo súper conocido en las canciones, pero explotando el lado sincero del desamor, los descalabros, la ruptura, el enamoramiento, la ilusión del amor propio”, comenta.

No cree pertenecer a algún género en particular, pero reconoce que la mayor parte de sus melodías son baladas con aspectos melancólicos y acordes lentos, donde la poesía fluye en la construcción de la historia, que busca ser sanadora.

“Me identifico con conceptos como la belleza, la verdad, como llegar a la paz por medio de la música, la música es mi terapia, muchos me dicen: ve a hacer yoga, pero escuchar música es para mí un equivalente, la balada es mi fuerte para componer y siempre con el sentimiento de la belleza que va ligado a la música lenta que trae una carga de energía melancólica pero poderosa”, dice.

Entonces, ¿Siempre hablas de amor?

“En muy buena parte, aunque a veces lo disfrazo, si nos extendemos al significado de amor, casi no hay nada que no tenga amor, pero muchas veces es malentendido o mal encauzado o no es un amor de pareja, por ejemplo si hablas de dolor es falta de amor, es un deseo de amor, el amor está presente en todo, yo creo que hasta en el odio, el tema del amor tiene mucha tela de donde cortar, aparte de que es un sentimiento universal, es el sentimiento que nos mantiene vivos, no hay nada que no sea tocado por un soplo de amor”, reflexiona.

Pablo cuenta que compuso su primera canción a capella cuando tenía 8 años y aún no sabía tocar instrumentos, y años más tarde, la música de Joaquín Sabina se convirtió en su referencia más sustancial, porque descubrió la importancia que tiene la combinación de una melodía con una buena letra.

Refiriéndose a la gran cantidad de música comercial con letras ordinarias, comenta que a veces hay ritmos fabulosos, pero que carecen de ideas en lenguaje verbal, y aunque son “el pan de cada día” y tienen mucha popularidad, es difícil que puedan resistir el paso del tiempo.

“Creo que las canciones deben de ser como las películas, con su desarrollo, su trama y su manera de salir, parece una contradicción, pero hay música sin letra que tiene cierta narrativa, no sé, pasa a veces con una buena salsa un buen tango”.

El cantautor se ha tomado unas “vacaciones largas” en San Carlos con su familia, ahuyentado por el semáforo rojo sanitario de la Ciudad de México, donde ha vivido los últimos once años de su vida, y planea regresar en cuanto la situación mejore y haya condiciones para continuar su rutina de trabajo, pero mientras, lo toma con tranquilidad.

Hombre del paraíso

Después de sus primeros cuatro discos: Primeros Vuelos, Pablo Aldaco (2010), Nube de Verano (2012) y Crepuscular (2017), llega Hombre del paraíso (2021), cuyo sencillo homónimo se lanzó el pasado 20 de enero en la plataforma de Youtube, y una vez más, el tema de las relaciones amorosas es el hilo conductor de la canción.

“Hombre del paraíso habla de un amor utópico que no se puede alcanzar, pero el que canta narra con sensibilidad lo que le hace sentir ese amor una pareja, pero también puede ser un padre ausente o amor filial”, explicó.

El videoclip de minutos fue grabado el año pasado en un parque de la colonia Condesa en La Ciudad de México, el director es Esteban Wilson quien también dirigió Luz, el video anterior, el actor es Manuel Villa, mientras que como colaboradores especiales están Iván Sierra y Fidel Enríquez.

Hay futuro

“Cuando yo muera quiero tener entre 15 y 20 discos grabados, así hay más oportunidad de que alguien me escuche cuando no esté, si fuera como Bob Dylan que sacaba un disco cada seis meses, pudiera hacer más”, dice entre risas.

El cantautor de 31 años de edad confía en su futuro y planea hacer mucho más, aunque admite que en este último año de restricciones por la pandemia, como muchos músicos, ha estado “a medio gas” y sin poder hacer presentaciones en vivo, y aprovechando ese tiempo libre, lanzó el videoclip y en febrero, estará disponible el disco completo con siete canciones.