Extorsionadores se aprovechan de los sentimientos de sus víctimas

El pensar que un familiar corría peligro nubló el pensamiento de Lupita, una joven hermosillense quien narró cómo fue víctima de un extorsionador.

HERMOSILLO, SON.- La angustia de tener a un ser querido desaparecido es una enorme carga emocional, los familiares se convierten en víctimas a las que el dolor de la pérdida no las deja pensar con claridad, es por eso que son personas vulnerables y las víctimas idóneas para los extorsionadores quienes les “sacan” miles de pesos.

Lupita, busca a su hijo desde hace unos meses, su vida no ha sido la misma desde el momento que su “pedazo” no volvió a su casa y desde hace tiempo pasa las noches y días llorando, en espera de que regrese.

El miércoles ella recibió una llamada, era un hombre que le puso en la bocina a una mujer a quien ella “identificó” como su hija que le pedía ayuda por que de lo contrario asesinarían a su familia, pero en específico le decían que tenían a su nieta.

“Aquí los tenemos en frente y los vamos a tronar”, gritaba la voz que además profería palabras altisonantes contra Lupita.

La mujer contó que aquel hombre le solicitó apagar todos sus teléfonos, que nomás se quedaran con el de ella prendido y que además no cortara comunicación con ellos o de lo contrario tomarían medidas en contra de su familia.

“Me hablaba una mujer y haz de cuenta la voz de mi hija, me dijo se llevaron a la niña unos hombres, me puse como loca y me pasó a un hombre que me pedía 20 mil pesos y me decía muchas groserías”, mencionó.

Confundida y presionada le comentó al hombre que sólo tenía mil 800 pesos, cifra que depositó en una tienda de conveniencia a un numero de cuenta, después le pidió 20 mil más, y al final 10 mil más. En total fueron 30 mil 800 pesos.

El hombre no colgó la llamada nunca con Lupita, le decía que hacer, cómo hacerlo, le pedía que sonriera, que actuara natural, que la estaban vigilando, ella, no pensaba con claridad.

En ese momento un familiar notó su confusión y la ayudó, le dijo “es una extorsión”, le llegó un poco de claridad a su mente y pudo actuar.

Lupita que durante su lapso marcó a su hija y no le contestó, fue a casa de ella y al verla el alma le llegó al cuerpo, supo que ella se había quedado dormida y su nieta con ella. Hasta ese momento, agradeció que su familia estuviera sana y salva.