Mariel Morales renunció a su trabajo en el Hospital Militar tras ser acosada

Mariel Morales, de 25 años, fue acosada por una persona que padece de sus facultades mentales, a raíz de eso, ella no pudo volver a salir a la calle por miedo, y tuvo que renunciar a trabajo

HERMOSILLO, SON.- Mariel Morales, de 25 años, fue acosada por una persona que padece de sus facultades mentales, a raíz de eso, ella no pudo volver a salir a la calle por miedo, y tuvo que renunciar a su puesto de enfermera en el Hospital Militar.

Enfermera de profesión, decidió anotarse para luchar contra el Covid-19, y fue ubicada para laborar en el Hospital Militar Batallón 24, en la Unidad Operativa de Terapia Intensiva, en el plan de contingencia DN-III-E, pero a raíz de la agresión tuvo secuelas psicológicas que le impidieron salir de casa, mismas que ya está tratando.

https://www.facebook.com/107856569260789/videos/232262291402727/

Originaria de Nacozari de García, actualmente reside en Los Encinos II, Etapa III, en Hermosillo, al sur de la ciudad, donde el pasado 30 de abril la persiguiera un sujeto desde que se bajó del autobús.

“Al regresar a casa en camión tenía que caminar el kilómetro, hasta donde se encuentra la estación, en la marcha noté que una persona me seguía, quise alentar el paso para que esta me rebasara pero no ocurría”, narró.

La joven agregó que cuando por fin se detuvo el sujeto la pasó y pudo ver como se masturbaba mientras seguía su paso.

“Yo me quedé pasmada cuando el hombre se detuvo, dio la vuelta y volvió hacia mí”, contó.

Era el mediodía del día del niño y recordó que las calles estaban solas, sin nadie que la auxilie por lo que su reacción natural fue cruzar la acera, sin perder de vista al sujeto que para esas alturas eyaculaba.

Por lo anterior siguió mas rápido su camino y llegó con “bien” a casa, pero pasmada y repleta de miedo.

Encierro por miedo

El miedo la paralizó a tal grado que decidió no salir de casa a pesar de que sabía incumplía con su labor médica a la cual indicó “ingresó con mucha voluntad”, sin embargo, por las faltas no tardó en recibir una llamada de sus superiores, en la que les explicó que por miedo ya no laboraría.

“Tomé la decisión de no volver, tenía temor de volver a salir de casa, corriendo el riesgo de que algo similar o peor me sucediera, soy enfermera y solamente quería ayudar en el combate por covid-19”, lamentó en un texto en redes sociales.

Días después se animó a acudir a la tienda de autoservicio denominada “Diego Rivera”, pero mayor fue su sorpresa al notar la presencia de su agresor, que al verla comenzó a perseguirla de nuevo con su miembro en su mano masturbándose.

“El hombre me encontró, se bajó los pantalones, se sacó su pene y empezó a masturbarse frente de mí, quería salir corriendo, gritar, en el número de emergencias me comentaron que enviarían a una unidad, llegó la policía junto con mi hermano y mi novio, yo estaba aterrada escondida en una purificadora”, exclamó.

Llamada de auxilio

Ella llamó al número de emergencias 911, la patrulla tardó 15 minutos en llegar mientras ella se encontraba escondida tras una barda en un comercio que se dedica a la venta de agua purificada.

Los policías le dijeron que no iba a proceder la detención por que el agresor es una persona que padece de sus facultades mentales, y que además sería puesto en libertad de manera inmediata.

Aunado a eso Mariel tuvo que soportar que el sujeto se internara en la tienda de autoservicio donde las empleadas mujeres los escondían, aún sin importar que sabían que Mariel no era la única chica agredida.

“Le comentaron a mi pareja –los policías- que no podían hacer nada ya que padecía de sus facultades mentales y el juez no lo recibiría, inclusive sus palabras fueron "¿Ni modo que te diga que le vamos a pegar una chinga?, sería un abuso de nosotros", mencionó.

Lo agarraron y soltaron

Al día siguiente el sujeto se encontraba de nuevo en la zona de estacionamientos de la tienda, lugar donde las dependientas revictimizaron a Mariel, al no creerle lo que manifestaba.

Por fin, ella se animó a interponer una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) ella espera que las demás mujeres que fueron acosadas se unan a la denuncia, mientras espera su cita para la evaluación psicológica por parte de las autoridades.